29 septiembre 2006

¿Pura Química?

Sale del parque que de buena mañana atravisa todos los días para ir a solucionar problemas para los demás. El sol corta y juguetea con las sombras y con las hojas revoloteadoras y las ramas de los arboles creando en el suelo formas imposibles. Pasa junto a la vieja tienda de electrodomésticos que ha muerto de inanición capitalista. Han proliferado en sus paredes otrora brillantes carteles de despedidas de soltero, o soltera, de conciertos y de reuniones de sectas o grupos sospechosos de serlo. Para el día 14 hay previsto el inicio de un ciclo para descubrir los misterios del amor. El cartel, la primera frase que contiene es: "¿Es el amor pura química?". Es el primer gran misterio del amor que dicen pretender averiguar. No puede ser solamente química, piensa, porque yo entiendo una pequeña parte del misterio (no se que porcentaje) y soy de letras.

27 septiembre 2006

Una pequeña revolución

Don José llegaba todos los jueves por la tarde, se calaba sus quevedos negros como su sotana y pedía lo de siempre, la lista de las nuevas adquisiciones. Las revisaba una a una y pedía escuchar un fragmento de la pieza, como gustaba de llamarlas. Póngame solo las españolas que las otras ni se lo que dicen ni quiero saberlo, decía. Estaba prohibida la palabra "beso", "el roce de tu piel", "la pasión entre los dos", y todas las que hablablan o insinuaban "guarrerías".
Las cosas se hacen porque se tienen que hacer. Al menos a él siempre le pareció que debía ser así. De tal manera que cuando aparecían por su despacho aquellos vendedores con aquellas grandes maletas, no dudó ni por un momento, compraba los discos de grupos ingleses que portaban en sus catálogos. El primero que compró fue un sencillo a 45 r.p.m. de The Equals, otro de Aquarius y algunos vinilos de Los Troggs.
Así fue como en aquella pequeña ciudad de provincias comenzaron a oirse al través de los aparatos de radio otros idiomas que no eran el coplero castellano, otras notas y otras sensaciones que no eran las de siempre.

25 septiembre 2006

Cuando se pueden decir cosas bonitas (Poema I)

Tal cual le ocurría hace unos días a mi estimado amigo Goathemala, hoy me encuentro cansado de lunes, si bien aún saboreo su dulzura de domingo y me resisto a no compartir los versos de uno de los poemas que más me gustan. Es de Miguel Hernández de su obra "El Rayo que no Cesa".
Por tu pie, la blancura más bailable,
donde cesa en diez partes tu hermosura,
una paloma sube a tu cintura,
baja a la tierra un nardo interminable.

Con tu pie vas poniendo lo admirable
del nácar en ridícula estrechura,
y donde va tu pie va la blancura,
perro sembrado de jazmín calzable.

A tu pie, tan espuma como playa,
arena y mar me arrimo y desarrimo
y al redil de su planta entrar procuro.

Entro y dejo que el alma se me vaya
por la voz amorosa del racimo:
pisa mi corazón que ya es maduro

21 septiembre 2006

De Moda

Creo recordar (si no corríjanme) que fue Andy Warhol, entre otros, el que introdujo en el arte objetos "cotidianos", objetos de uso común, cajas de detergente, botes de sopa de tomate, etc...era el Pop Art que elevaba a obra de arte lo que no eran sino elementos del modo de vida y época que le tocó vivir. No entro a juzgar si eso fue renovación o vulgarización, no soy experto y creo que la respuesta doctrinal no es pacífica. Además para el objeto de esta postal esa discusión es bizantina. Lo cierto es que constato que últimamente Gustav Klimt está de moda, pero no por lo que era objeto de su arte, sus cuadros y pinturas, no. Está de moda en forma de telas, cortinas, espejos, azulejos. Paseo y veo en los escaparates de las tiendas de decoración, cortinas y telas para cortinas con motivos de los cuadros de Gustav Klimt y de los frisos del salón del Palacio Stoclet en Bruselas. Veo espejos con enmarcados en maderas pintadas como el famoso "Beso" del pintor y algunos otros objetos que decoran sus materiales con círculos, formas doradas, amarillas y demás a imitación del máximo representante de la Sezesión vienesa.
Sería bonito que las artes invadieran las casas, ¿pero ha de ser de este modo? o, ¿solo puede ser de este modo?. No se es una pregunta que creo no se contestar o no puedo contestar.

14 septiembre 2006

Besos

Iba anotando todo en su pequeño cuadernillo de Gustav Klimt. Junto a dibujos a lapiz o plumilla, cuentas, direcciones, alguna foto tamaño carnet, llevaba una lista...pequeña, en letra menuda y desgarbada, hacia la izquierda y abajo...la vi por primera vez en una zona de espera de un aeropuerto con disimulo por encima de su hombro...

"Besos"
  • En Estocolmo viendo una puesta de sol.
  • En París al pie de la Torre Eiffel, en la misma Torre Eiffel.
  • En París, frente al Hôtel de Ville.
  • En Egipto, en Abu Simbel.
  • En El Nilo bajo el canto de los imanes.
  • En Cuenca frente a las Casas Colgadas.
  • ...

....frente al mar, en miles y miles de puestas de sol, de esas de susurros al oido y mejillas frías, de esos de labios frescos... del más pequeño al más largo, cada uno tiene su importancia y lugar en el mundo...tengo el recuerdo de tu perfume y el cosquilleo de la leve presión de tu boca.

11 septiembre 2006

El otro aniversario

Hoy es 11-s, día tristemente recordado porque fue el timbre que nos avisó del conflicto de civilizaciones que había estado larvado y se hizo manifiesto aquel día.
Pero yo no me retrotraigo tanto, yo me marcho dos años atrás, una fecha muy especial, mágica y que verdaderamente cambió mi vida. ELLA lo sabe. Maravillosa, porque entró en mi vida. Desde entonces hasta hoy no hago sino recordar, llenar mi vida de experiencias, gracias a ella y a su lado. Nada más que unas letras para agradecerle todo en estos dos años, sus sonrisas, su apoyo y el mimo con el que día a día acaricia mi alma. Gracias por estar ahí.
Le mando un beso muy fuerte y brindo por unos mil años más.

09 septiembre 2006

Un trocito de Londres


Dejamos atrás la grandiosidad de París, todo el maravilloso poso de sensaciones que deja esa preciosa ciudad. Marchamos a Londres, al bullicio, una inmersión en el gris de los edifios, gris polución y plúmbeo cielo que nos acompaña la mayor parte del tiempo, con nubes que vienen y van y lluvia que en sus más variadas formas rocía la visita.
Londres es el siglo XIX y el XX, es la época victoriana y la multiculturalidad, todas las razas, todas las gentes pasean por sus calles...el Soho y el resto de sus mercadillos, Nothing Hill, Hide Park y su speaker´s corner (esta vez con sus diatribas antioccidentales y pro árabes), Picadilly...Londres es mojarse del ambiente de sus calles y plazas, de su ser flemático, dejarse empapar paseándolo. Londres es todo eso y mucho más, una visita recomendable para un puente, un fin de semana o una escapada.
Foto: Ana María Morales Contreras; Puente sobre el Támesis desde la Tate Modern Gallery

07 septiembre 2006

Un trocito de París



Tenía razón el Señor de Portorosa cuando vaticinó en uno de sus amables comentarios que París me iba a gustar. Es sencillamente grandioso, precioso, cosmopolita, modernista...uno la verdad es que se podría deshacer en adjetivos para apellidar a dicha ciudad. Me gustaron los monumentos, me gustaron sobremanera sus cafetines, con sus veladores y mesitas mirando hacia la calle, pero sobre todo la grandiosidad de todo; lo que se da en llamar la "grandeur" de la Francia está presente y se respira por todos los rincones de la ciudad; en la belleza de sus iglesias, palacios y demás, su universidad, su "skyline" presidido por la Torre Eiffel. Efectivamente los franceses en general y parisinos en particular, son chauvinistas, patriotas, pero como no serlo cuando tu nación ha sido la más importante del mundo y por las calles de esa ciudad han paseado LaFayatte, Napoleón, Dantón, Marat, Robespierre, Mirabeau, De Gaulle, etc, etc...y su huella sigue presente y visible en sus calles y plazas.
He de volver a saborearlo todo con más tranquilidad e intensidad, probar más vino de Burdeos, más cafés y más paseos, algún que otro beso y miles de susurros...ella lo sabe, ya se lo he dicho.

04 septiembre 2006

De vuelta

Me hizo un guiño el tiempo y me dijo que ya era hora de volver, no a la rutina pues no la he tenido durante unos treinta días. Me he traido una copa, miles de fotos, palabras dulces, un beso inolvidable al pie de la Torre Eiffel, su pelo fosco y mojado en Londres y, sobre todo imagenes y sonidos en una cajita para sacarlos a pasear si alguna vez pierdo la sonrisa.
Vuelvo con el viento del norte, que se hace esperar por estos lares, deseando reencontrarme con viejos amigos ante un café amargo y quemado y ver el tono ocre y terroso de los edificios sureños.
Tuve la melancolía justa, curada por un mensaje de texto de un teléfono móvil moribundo, aunque sigo sosteniendo que septiembre es un estado de ánimo.
Solo hice un propósito para este año que me comienza, proposito para ser susurrado al oido en uno de esos atardeceres minúsculos de otoño.
Ya estoy aquí, dicaz, contador, soñador siempre, bienhallados todos. Con permiso me vuelvo a sentar a vuestra tertulia.