"¡Uy!Al mover la mano me ha venido tu perfume, no puedo quitarme de encima tu olor, tu presencia, ni con jabón y, ¡mira que me he lavado!. Tampoco salta esta sangre de la camisa. Era mal esposo y mal padre, por todo lo demás era una persona normal y corriente...ahora, también soy victimario..."
Las cosas son así de simples: 11 víctimas al acabar casi febrero, dan unas 66 a final de año...de modo necesario, con esa necesidad que da lo irrefutable, ahora es una penosa predicción numérica, a final de año, será estadística oficial.
Me niego a pensar que no se pueda hacer nada. Yo, de momento, denuncio y, animo a denunciar. Reclamo más medios, más educación sobre principios básicos de igualdad y, en general, mayor presión social sobre este tipo de comportamientos...
Para profundizar: El Observatorio de la Violencia.