He demorado mis pasos, camino más lento por las callejuelas de la ciudad vieja. Oigo como resuena tras de mi el eco que deja el último paso de mis zapatos en las paredes, en el suelo y como sube por las fachadas hasta escaparse hacia el plúmbeo cielo de hoy. Huele a tierra mojada. Es olor nuevo de otoño al que todavia no estoy acostumbrado. Ha llovido en la ciudad, y esta se inunda de espejos en el gris asfalto. Las luces titilan en esos efímeros lagos urbanos.
Súbitamente, comienza a moverse el teatrillo vital de la calle por la que transito. La gente corre, se apresura, en orquestado preludio un trueno ha mandado callar el bullicio urbano y ha comenzado el tintineo de Cascabel del agua sobre las calles, los coches y las cabezas de la gente; esas cabezas que piensan en la cena de los niños, el próximo examen, la cita a la que llegan tarde...miles de pensamientos que se escapan y que se mojan con el elemento líquido.
Hoy ha llovido en la ciudad donde vivo y de donde vengo. He silbado y sonreido. Al mal tiempo buena cara. De todos modos también había terminado mi trabajo de un jueves cualquiera
toda creación es buena si de arte se trata..para quienes la pueden apreciar..no importa si alguién las ve aunque compartirlas debe ser maravilloso, aunque sean un par de lineas, una obra, un sueño...siempre es bueno y hace bién al alma . Soló creo que el arte en general te hace salir desde este asfalto y cuando volves de ellas creo que los ojos tienen otro brillo.-
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