Me pregunto que habrá sido de ese viejo del bar de la Almarcha que, con el palillo entre los dientes, y en ese cruce de caminos, soñaba con ver el mar mientras vertía "la Terry" en el carajillo. O que habrá sido de la señora que en Torrecaballeros, intentaba en vano convencer a su marido para ir a los Fiordos Noruegos. Y, ¿recuerdas aquel guardia civil que entró en la gasolinera a comprar un mapa a la altura de La Roda?.La verdad es que no me imagino que un guardia civil pueda andar perdido. Y ese grupo de eslavos que volvían de trabajar en el campo en festivo.
O del conductor del tractor que adelanté en esa nacional de destino cierto. Y de ese viajero o viajante de tren que abandonando lentamente la estación mira por la ventana no se sabe dónde. O del grupo de jovenes que desayunaban en la mesa de al lado en esa cafetería de Cuenca.
Miles de mañanas, frías mañanas, en el campo, en los trenes, en las ciudades miles de mundos que quedan cual fotografías viejas en nuestra retina y que hay que contar, de los que hay que acordarse, es la vuelta al día en unos ochenta mundos (creo recordar que había un libro intitulado así).
Todos han vuelto a casa por Navidad.
ResponderEliminarMuy bonito. La mejor imagen, para mí, la del viajero que mira desde el tren.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí que lo hay. Es de Cortazar :)
ResponderEliminarMe encanta tu artículo!! Tantas historias con las que nos cruzamos a diario...
Un beso de viernes