Hoy no he encontrado sentido a casi nada de lo que hacía en el trabajo. Me ha dado la impresión de que voy necesitando parar un ratito en el recodo del camino a pensar hacia dónde quiero ir y si estoy en el lugar al que quería llegar. Laboralmente, por supuesto. Lo achaco al cansancio del lunes, pero hoy mientras oía el monótono tic-tac del teclado, sin oir nada más, he pensado en lo absurdo del sonido de la informática; tic tac de teclado por todos sitios. Me he preguntado qué pensaría un extraterrestre que viniera y nos viera encerrados en cubículos delante de una pantalla, aporreando sin parar un montón de teclas en un orden absolutamente imcomprensible. Trabajando,amigo... aunque también extrayendo sensaciones, pensamientos, emociones, soltando al respirar miles y miles de palabras al viento que en maravillosa migración viajen al sur cálido....y así convertir en un rato un lunes anodino en un incipiente martes lleno de posibilidades.
Qué difícil imaginarnos sin ese encierro con la pantalla que a veces es ahogo y tantas otras liberación...
ResponderEliminarY sobre lo que decís de tu trabajo, eso es algo que siempre me ha resultado y recomiendo muchísimo: cada tanto tiempo "frenar" y pensar si sigo queriendo ir en esa dirección que estoy yendo o es hora de cambiar el rumbo.
Y fueron varias las veces que di media vuelta, saqué la brújula otra vez y me lancé a caminos nuevos!!
Ciao,
ResponderEliminarOpino como Victoria, a veces es necesario frenar en seco porque estamos dando demasiadas vueltas en círculo o incluso alrededor del mismo punto y ni siquiera nos damos cuenta. Yo estoy en uno de esos momentos en los que no sólo he frenado en seco, si no que me he bajado del coche y casi casi como el del anuncio lo dejé todo por montar el ansiado:'chiringuito en la playa'...llamémosle x.
Un beso,
Mónica