Tanto, tanto la quería que aquella misma tarde había quedado con ella para romper, cortar, desligarse de ella. Se citaron en una cafetería del centro, con sus maderas y sus mesas de mármol y hierro forjado, con sus voluptuosos fumadores al fondo, leyendo.
No solía volver a los lugares en los que rompió con las mujeres que había conocido y la de esa tarde era una de las pocas cafeterías que le gustaban. Cierto que la ciudad había crecido pero se iba quedando sin lugares literarios en los que poder llevar a buen termino sus rupturas. Sin cafeterías no habría rupturas. ¿Y si eso lo obligara a quedar unido para siempre?.
Se quedó boquiabierta, creo que no lo esperaba. No hubo ni lágrimas ni reproches, casi no hubo explicaciones. Se alejó mirándola a traves del gran cristal de la cafetería. Se embozó en su abrigo, esa misma tarde cogería un tren para huir de la ciudad. Nueva vida, nuevas cafeterías, nuevas oportunidades.
Tranquilo, te vienes a vivir a mi provincia, debemos de tener la mayor concentración de pais.
ResponderEliminarUn abrazo.
Según las últimas estadísticas que he leido sobre el número de bares,donde más había era en Murcia y en Cuenca,cuál eliges?jajaja
ResponderEliminarAgradecidísimo con tus visitas.
Besos
Siempre es difícil dejar a alguien.. aun que esta forma bohemia me resulta curiosa.., una cafetería siempre ayuda pues evitas que te monten un escándalo.. suerte en tu nueva vida, .. espero que no tengas que usar mucho las cafeterías de la nueva ciudad.
ResponderEliminar"Tanto, tanto la quería que aquella misma tarde había quedado con ella para romper, cortar, desligarse de ella."
ResponderEliminarHombre tenía que ser!!!!!!!!
Eowin,este relatillo es una licencia que me he tomado,ni he cambiado de ciudad ni, por supuesto, he roto con nadie (sigo con Ana).Nada ha cambiado de momento en mi vida,aunque gracias por desearme suerte.Besos
ResponderEliminarEgo y Alter,en un principio pensé en que la persona que rompiera fuese mujer,pero al final me decidí por un hombre pues me parece la del cuento una actitud más masculina (vamos,que los hombres la realizan más),menos comprometida y huidiza.Aunque podemos hacer el esfuerzo juntos de pensar cuál hubiera sido la reacción y el cuento en caso de ser mujer la protagonista.
Gracias y besos
Gracias por la aclaración ;)
ResponderEliminarAunque es un poco tarde, venía a desearte mucha felicidad siempre, para eso no importa la hora, verdad?.
ResponderEliminarNo es ninguna de ellas, la mia es Asturias. Conoces la ruta del Cares?
Un besin
Supernena,es buena la actitud de mantenerse alerta....también tienes la opción de disfrutar de la cafetería y ya está.
ResponderEliminarNo es autobiográfico.Podría calificarlo como biográfico del género masculino,una "genética" falta de compromiso y huída de las responsabilidades que tengan que ver con los sentimientos...he de decir que no es mi caso;vamos, creo que no es mi caso...o intento corregir a la genética,ja,ja
Gracias y besos
por cierto,Incondicional,sí que conozco la Ruta de la Garganta del Cares,la hice hace ya un tiempo cuando estuve por Asturias.Es un lugar precioso (la ruta y la región).Tengo que volver porque no fuimos a las ciudades...estuvimos en Cangas de Onís,en Cudillero,en la ruta del Cares,en Yanes...
ResponderEliminarBicos
Jajajaja... si, muy masculino ;) Es curioso lo que sucede con esto de las bitácoras, que es muy difícil dilucidar cuándo escribirmos autobiográficamente y cuándo "ensoñamos" historias :) ¿Verdad? Bicos.
ResponderEliminarLas cafeterías y su erótica, la verdad es que empiezan tb algunas historias, pero más bien son patíbulos de relaciones. Ay, yo lo sé, yo lo sé.
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