- Entonces, ¿me dice voacé que no puedo llevarme a este señor a mi casa y encerrarlo hasta que me pague lo que por él me es debido?. ¿Y tampoco puedo retarle en justa lid?; ¿ni eligiendo él el arma o la modalidad en la que quiere que consista el duelo?.
- No, no puede vuecencia. Lo veda el estado de derecho y el ordenamiento jurídico.- Y, entonces, ¿tampoco puedo darle muerte yo directamente?. Pero, ¡qué invento del maligno es este que impide el suum cuique!!.
- Son los tiempos, la civilización, el progreso...
- ¡Pero eso es penar pacientemente durante años en espera de que otro nos venga en solucionar nuestros problemas!
- Ya.
ecgQué tiempos estos tan extraños en los que las afrentas de honor no estan regladas en duelos justos entre contendientes iguales...
ResponderEliminarUna buena incursión en una vida ajena.
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Saludos.
Realmente me llamaba la atención de la institución medieval de la prisión por deudas que provenía del derecho romano y que dejó de utilizarse por ser considerada un delito de lesa majestad por cuanto chocaba con el imperium del rey.Y también pensé en el estado calamitoso de la Justicia en España y las enormes posibilidades de "burlar" el cumplimiento de la ley y las obligaciones pecuniarias tanto por las posibilidades legales(esto lo veo hasta correcto)como por la ineficiencia e inoperancia del funcionariado judicial..así situé a un personaje de esa época en nuestro periodo de desconcierto general.
ResponderEliminarun fuerte abrazo compañero
Muy original!!!
ResponderEliminarEn guardia, malandrín!! O me pagas lo que me debes, o te ensarto como una brocheta!! ^^ Casi parecía más fácil, más rápido y probablemente más efectivo, aunque sangriento.
Me encanta verte tan creativo, Max!! Un besazo de sábado madrugador
Maravíllome de este sendereo de siglos. ¿porqué no se habla ya asi?
ResponderEliminar"Mes hommages" y seguid cultivando el cálamo.