La lluvia comenzó a caer de repente, como estallan los sentimientos y eclosiona la primavera. Pareció que el cielo iba a caer sobre nosotros al son de los truenos. Corrimos a refugiarnos bajo el alero de aquella vieja farmacia, que conservaba en viejos botes de porcelana, ungüentos, pócimas, brebajes para todo tipo de enfermedades y dolores: para la cabeza, para el estómago, lumbago, para el mal de amores, para la tristeza existencial...Un relámpago, un, dos, tres...ruge el trueno que quiebra feroz el cielo negro de ganas de lluvia. Delante nuestro cruza una bicicleta apresurada, vuela la capa de lluvia color azul del señor que pedalea. Levanta un poco el barro de la calle. Tintinean sobre el suelo y una chapa metálica, las gotas provenientes de la vieja madera oscura del tejado. Justo a nuestro lado un gato, mira lastimoso.
En tu cara un mechón de pelo moreno aplastado y hay unas gotas que resbalan en ordenada procesión por tu mejilla, otras lo hacen por tu elongado cuello y se pierden de la vista. Tu mirada está suavemente perdida más allá de las casejas.
Escampa la tormenta, deja tras de sí un fragancias de recuerdos verdes, humedas tierras rojas, amarillos campos de cereal sedientos, miradas cobijadas bajo aleros, gatos cobardes y huyen las nubes que buscan otros suelos que mojar, otras ciudades, otras gentes...
Esta tarde en Murcia estalló de repente la lluvia.
ResponderEliminarComenzó con dos truenos y después mucha agua, muchísima... mucha gente corriendo y yo entre ellos. Parada. Porque llueve poco, y cuando lo hace, me gusta disfrutarlo.
Pero de repente, un trueno mucho más grande, más sonoro... queretumb y hacer temblar el cristal del escaparate en el que estoy apoyada.
Y entonces para de llover. De forma tan súbita como empezó.
Y la gente retoma lenta su camino, mientra una señora mayor dice a mi lado: "Con la falta que hace el agua y ya han cortado la nube. La culpa es de zapatero."
Sonrío.
Y lenta tmbién retomo mi camino.
En Murcia llueve muy feo.
Quizás sea por la falta de costumbre.
Un saludo.
He disfrutado mucho el texto porque, no sé si usted lo sabrá, pero me encanta la lluvia. Na hay nube gris que me sobrevuele sin que yo le haga un conjuro para que descargue. Por lo visto le pasaba igual a mi abuelo. Lo que son los genes y lo que es nacer en tierras sempiternamente sedientas.
ResponderEliminarAbrazos.
Aqui hoy apenas ha caido la primera lluvia, del año...29 de febrero que horror!!..demasiado tiempo sin agua...
ResponderEliminarFue una lluvia ligera, pero necesaria...mas bien muy esperada...
Hermoso tu texto en verdad...
saludisimos
Y escampa buscando otros lugares que limpiar, otras mentes que llenar de recuerdos, otros ojos que dejar vagar...
ResponderEliminarRecuerdo las antes seguras tormentas de verano, esas tormentas de agosto que siempre nos pillaban desprevenidos, donde el cielo estallaba de repente pareciendo que no pararía jamás, y que tras anegar todo, desaprecian dejando paso de nuevo al sol radiante...
Siempre me gustaron esas tormentas estivales... antes eran la norma, ahora, escasean la verdad...
Como siempre, precioso texto.
ResponderEliminarLe he he pasado un meme en mi blog. Las instrucciones las tiene allí y también en las referencias que pongo al principio.
Saludos