Con los primeros calores, asoman las primeras y blancas carnes de debajo de un letargo de tela; surgen las primeras sandalias y brotan, de vívidos colores los deditos de los pies...se elongan los atardeceres naranjas y todos los días, el sol se difumina entre tonos azules con una sonrisa...yo, por mi parte, silbo cuando paseo, silbo cuando cuido el jardín, al cocinar, cuando trabajo...y sonrío, cuando te veo llegar y vamos juntos de la mano...suena en mi cabeza, el son de fin de primavera...
Casi se ha terminado la primavera, es cierto... si supiera, yo también silbaría.
ResponderEliminar¿FIN de primavera? Pero, ¿cuándo ha empezado? ¡Si todavía no he guardado la ropa de invierno!
ResponderEliminarJoe, lo que daría por el clima mediterráneo...
Por el centro casi,casi estamos entrando en el veranito...aún hace fresco por las noches,lo que se agradece...
ResponderEliminarEn el mediterráneo(me consta)andan ya asándose literalmente...
Gracias Ruth por la visita...llevaba tiempo sin verla por aquí,un placer.
Sara,aprenda a silbar...relaja,mucho...además llevando una melodía en la cabeza uno se olvida de los problemas...de verdad...
Besos a las dos...
Eissss, me quedo la canción -como casi todas las tuyas, Max-. Pero... final de primavera? No, por los dioses! Déjame conservar la ilusión hasta que no quede alternativa -el mes que viene-. Que se acrecienta el calor y yo comienzo a hincharme cual globo -sniff, justo cuando no hay ropa que ayude a disimular, no es justo!-. Aquí ya hemos tenido que poner el ventilador alguna tarde. Besotes!!
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