30 diciembre 2013

In Memoriam

Siempre suelo ir embebido en mis propios pensamientos e historias, así que cuando te ví en aquel andén de la línea uno o la azul o la marrón, puse la cara de bobo que me viste. Supongo que te alegrarías al ver que estoy un poco calvo y que mi cara ha engordado. Otra pequeña venganza del tipo de ver a uno de tus “ex” al cabo del tiempo y comprobar que está mucho peor que tú.
Yo por mi parte casi te he olvidado por completo. Apenas me acuerdo de los magníficos polvos que echábamos en los lugares más insospechados, por algún portal del barrio viejo en el que nos colábamos; o en algún aseo furtivo cuando salíamos; o aquella vez en que casi nos pillan follando en un ascensor cuando nuestro vecino iba a las cuatro de la mañana a bajar al perro; que digo yo que vaya horas para bajar al perro que tiene la gente.
También se me ha olvidado casi por completo ese lunar que tenías en tu generoso culo y que besaba con fruición abrazado a ti, mientras te prometía amor eterno tras una batalla sexual.
También se me ha olvidado tu perfume goloso de Poême, atrayente como pocos, dulzón y erizador de todos y cada uno de los pelillos de mi cuerpo…
Y ahora cuando llego a casa y veo mi sopa fría y a mis tres hijos, compruebo lo bien que lo hice consiguiendo que me dejaras por un cabronazo que te trataba mal, que te hacía sufrir y llorar, porque lo mío ahora, sí que es felicidad…de otro tipo, pero héteme aquí la mar de contento. Lo nuestro no podía ser. Como hombre busco siempre algo más que follar y follar, y con tu insustancialidad vital era imposible...creo.

A ti por el contrario, te veo bien, pareces cansada pero contenta, veo que te ha sorprendido verme. Supongo que me tenías perdida la pista y no pensabas que pudieras encontrarme aquí. O quizás te habías olvidado casi de mí, como yo de ti…

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