¿Cómo
la describiría? No sé. Tiene el pelo castaño nº 5 de Loreal. Soy peluquero aquí
al lado, por eso lo sé. Y cardado de manera que le va tapando los huecos que se
le ven. Es muy mayor y lleva la mandíbula abierta. Repetía con un movimiento
involuntario de la boca las conversaciones que va oyendo por la calle. Es como
si absorbiera palabras de otros. Llevaba un abrigo marrón, largo, elegante, de
grandes botones también marrones pero claros. Los zapatos, la verdad es que no
se los miré, pero a esas edades, seguro que uno cómodo de polipiel y de medio
tacón. Llevaba gafas, sí. Un poco cuadradas.
La
vi por la calle que va al ambulatorio empujando la silla de su marido.
Resoplaba, sí, resoplaba. Supuse que iría al médico a alguna revisión o a por
las recetas para los medicamentos. Muchos días también los veo a los dos que
van por esa calle, pero para el otro lado, camino a la estación. Aparca a su
marido al pie de la vía y ella se sienta en el banco de piedra. Al sol dorado
de la tarde. Están adorables. Ella es adorable. Él no tanto. Ya no pasa nada
más que el regional dos veces al día, pero por la zona va mucha gente a correr
y personas a andar. ¿De verdad piensa que…? ¿Ella? No. No me lo creo…