Este jueves nos invita Molí del Canyer a hablar de mudanzas y aprovechando que hoy precisamente mi blog cumple 15 AÑOS, que mejor manera de celebrar aniversario y cumpleblog que participando en una convocatoria juevera, con esto:
Cambiaba de pareja aproximadamente
cada primavera.
Todo empezaba con cambios de humor e
irritabilidad por cualquier cosa. Me molestaba un vaso fuera de sitio después
de haber sido utilizado, un tenedor en el compartimento dedicado a las
cucharas, la ropa sucia en el cacharro un martes o un grado más en el
termómetro que teníamos en el salón y que nos trajimos un verano de Jávea. Estuve en Jávea y me acordé de ti. Tenía
forma de faro y me dijiste de broma que serviría para tomar la temperatura de
nuestra relación. Pues en esa primavera, también me molestaban sus tonos azules
pastel y, hasta la forma de falo que tenía.
Otras primaveras y en otras casas, me
molestaron los ceniceros en la mesa de centro, la colonia de Anaïs que usaba
Marta, o la manera de comer los mejillones que tenía Elvira o Viru, como me
decía que la llamara porque también me contaba que era bruja y así sonaba mejor.
Tras la irritabilidad comenzaba la
descamación. Primero en los dedos de las manos, después en los brazos y piernas
y poco a poco, una eccema enorme y rojizo se iba extendiendo por todo el cuerpo.
Al principio acompañaba a mis parejas al dermatólogo. Con el tiempo pasaba por
la farmacia y con recetas no caducadas, me compraba yo mismo las pomadas y
ungüentos de la marca Isdin con que intentaban solucionarlo todo.
Luego llegaba una noche, sobre mediados
de abril, en que mudaba toda la piel. Siempre por la noche. Las primeras veces
me quedaba hasta por la mañana. Marta gritó y echó a patadas a ese desconocido que
estaba en su cama. María se desmayó y aproveché para irme. Viru me dijo que
había visto mi yo interior pero que no era la persona de la que se había
enamorado.
Así que cuando yo sabía que iba a
ocurrir la mudanza, metía todo en mis maletas y marchaba sin hacer ruido
dejando en la cama la funda vacía, un yo seco.
Es cierto pero toda mi vida cabe ahora
en dos maletas, como mucho.
Primero de todo, felicitarte. Son muchos años y eso tiene un valor incalculable de tiempo, trabajo, pensamientos... y amistades. Por otros tantos como poco.
ResponderEliminarTu texto de hoy. No sabría por dónde empezar porque esto más que mudanza es metamorfosis. Impresionada me has dejado. Es como un hombre serpiente. Tres eran tres las mujeres...
Realmente, es un texto muy evocador. Me imagino a ese ser dejando sus "yo" pasados sobre una tela de cama.
Un beso enorme, y de nuevo, felicidades.
Genial ! No se me ocurre otro comentario. He estado dándole vueltas al tema de la mudanza (y eso que he hecho muchas en mi vida) para poder participar y no se me ha ocurrido nada original. Solo pensaba en mudanzas de casa, pero tú has tenido una idea muy original jugando con la mudanza exterior de piel, el cambio de carácter y el cambio de casa. Te felicito, no solo por el relato, que es excelente, sino por el aniversario del blog. Espero que lo sigas manteniendo al menos otros 15 años.
ResponderEliminarUn abrazo !
Un texto genial, muy irónico y revelador, pese a lo descabellado de los sucesos que narra. jeje
ResponderEliminarUn abrazo
Primero felicitarte por estos quince años que cumple tu blog!!
ResponderEliminarPor cierto que este hombre ha mudado o muta varias veces de piel, evidentemente algo le causa esas convivencias con las mujeres que cuenta. Pero precavido al final de armar las maletas ante de las reacciones que puedan tener las futuras.
Saludos.
Te felicito por tus quince años.
ResponderEliminarEs como una metamorfósis, una muda de piel y de mujeres
Abrazo
Buenos días, nos has dejado un relato del yo más personal, en el vemos como cada primavera ese hombre se transforma cambia su piel y mientra eso sucede quien logra verlo no es del todo agradable deja de enamorarse .Sin duda esas palabras encierran mucho más que una mudanza, algo mas personal.Un buen texto que descubre lo vulnerable que podemos llegar a ser.
ResponderEliminarPor otro lado muchas felicidades por tus 15 años en este mundo bloguero.
Un abrazo y a seguir mucho más.
Quince años son palabras mayores. Felicidades por el blog, que acabo de descubrir y si puedo, seguiré . Me ha parecido de excelente hechura, con ese relato tan normal de la muda anual, que siendo propio de algunas especies, es tan difícil de que se acepte como normal por parte de una mujer. Suerte que es anual. Si fueran mensual, como la licantropía, cada mes una mudanza sería para volverse loco :-).
ResponderEliminarExcelente. Un abrazo y feliz viernes
No consigo poder seguirte, qué pena. Bueno, ojalá vuelva a encontrar tu blog, en la blogosfera, me temo, pero si participas más jueves, acabaré recabando pro aquí :-) Un abrazo más
ResponderEliminarAnte todo felicitarte por tus quince años de bloguero. Tu relato me ha encantado por su originalidad, cambiar de piel y de pareja cada año debe ser agotador. Besos.
ResponderEliminarMuy original tu texto y con una cadencía que te va metiendo en la voráginedelamudanza hasta el punto de preveerla por cómo se van desarrollando los he hechos.
ResponderEliminarUn relato GENIAL.
Extraordinario relato. Original y a la vez, profundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Mudanzas producidas por metamorfosis. Que manera creativa de sumarte a este jueves.
ResponderEliminarTe felicito por los 15 años de tu blog.
¡Felicitacoones también por tus 15 años de blog. Yo estoy transitando el décimo segundo año!
ResponderEliminarOtro abrazo
�� Felicidades en tan hermoso aniversario Max��
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