Recorro el mercado tradicional de San Pedro donde los comerciantes por Los Santos muestran todo tipo de manjares y pitanzas. Siento que con los huesos de santo nos endulzan la muerte. Es algo propio de españoles, quizás, cantar (o endulzar en este caso) las cosas que no nos gustan. Hay puestos con arrope, miel recien obtenida de miles de flores, romeros, tomillos; hay huesos de santo y otro tipo de dulces, moscatel, pan de higo... En el puesto del fondo se adivinan algunos dulces navideños, queda mes y medio (menos para ese chafa-temporadas que es el Corte Inglés, que todo lo adelanta). Bajan los fríos del norte por fin y la gente empieza a sacar esas prendas en las que se va calentito. Huele también a castañas asadas.
Me gusta la fecha de los Santos y creo que más por lo tradicional que por lo que en sí significa. Lucho contra el Halloween americano; ¡si nosotros ya celebrábamos esto antes de la existencia de los EE.UU.!.
Tiene algo mágico la palabra camposanto, esos blancos de Galicia frente al mar; esos pequeños y perdidos a las afueras de los pueblos castellanos, sobrios; los barrocos mediterráneos...hace poco circunstancia me obligó a pasar por uno...
Tiene algo mágico esa tradición fantasmal de las ánimas, que salen, hacen sonar cadenas, tablillas de San Lázaro y si alguien se topa con la Santa Compaña y toma un cirio entre sus manos queda para siempre atrapado por ella.
Termina el mes de octubre, que es feo, largo y variable, como un mal caracter o un clima tropical; yo lo quitaría del calendario, no tiene nada. También marzo podría o debería correr la misma suerte. ¡Plof! por arte de birlibirloque desaparecidos del calendario. ¿Imaginan?
Tiene algo mágico la palabra camposanto, esos blancos de Galicia frente al mar; esos pequeños y perdidos a las afueras de los pueblos castellanos, sobrios; los barrocos mediterráneos...hace poco circunstancia me obligó a pasar por uno...
Tiene algo mágico esa tradición fantasmal de las ánimas, que salen, hacen sonar cadenas, tablillas de San Lázaro y si alguien se topa con la Santa Compaña y toma un cirio entre sus manos queda para siempre atrapado por ella.
Termina el mes de octubre, que es feo, largo y variable, como un mal caracter o un clima tropical; yo lo quitaría del calendario, no tiene nada. También marzo podría o debería correr la misma suerte. ¡Plof! por arte de birlibirloque desaparecidos del calendario. ¿Imaginan?
En fin, recen los que crean, coman huesos de santo y disfruten los que no y, sobre todo recuerden, que es una de las cosas que hace del hombre algo un poco humano.