Foto: Ana María Morales Contreras
¡Pues fíjate que la gente identifica el sonido del acordeón con París! Pero lo cierto es que es más del Este. De hecho, en la Ciudad de la Luz, únicamente se puede oir el son de este instrumento en las esquinas de algunas calles y en los jardines, cuando en la primavera o comienzos del verano, el sol se hace hueco entre el azufre y plomizo cielo parisino. También cerca de los veladores de los bistrots que salpican la ciudad.
¡Sí! Es más del Este. De Praga, por ejemplo y sin ir más lejos, cerca de la Plaza Vieja; o en el barrio judio, al ladito de esas casitas de vívidos colores, o bajo los soportales en los que se tenía que meter cuando llovía, lo que ocurría muy a menudo. De todos modos, el acordeón es un instrumento para oir de lejos, con ecos de lejano viento, en el fondo de cualquier calle empedrada...y ha de estar uno hecho a su acordeón, y este hecho a sus dedos...¡vamos, que quede bien en la foto!.
Hans, aún recordaba la sorpresa que le causó ver su enorme cuerpo, por entonces estaba gordo, y su pelo recortado casi como una chica, en una enorme diapositiva, en una exposición de no se qué fotógrafo. La identificaba perfectamente, es lo que ocurre con todos los momentos cuando uno las pasa putas para vivir de lo que le gusta. Era en la Calle Ancha de León, donde tocaba los domingos por la mañana en espera de la generosidad beata de viejas que marchan a misa en la catedral. Las noches en el Barrio Húmedo, hasta poder completar el "sueldo" para alojamiento y bocata de cecina.
Y así, hasta llegar a Madrid donde, de momento, ha suspendido su peregrinaje para asentar sus enormes posaderas (vuelve a estar gordo) en una pequeña orquesta en el barrio de Lavapiés y la sala de exposiciones donde me lo encontré y donde cuenta su pequeña historia a todo el que se acerca a contemplar esa fotografía en la que suena, de fondo, el tableteo de las teclas de su acordeón diatónico.
Pero hace lo que le gusta, Max. ¿Todos podemos decir lo mismo?
ResponderEliminarUn abrazo.
Escribes poesia?
ResponderEliminarLo que leí me gustó mucho!
Saludos desde Madrid.
Te enlazaré desde mi blog.
Abrazos Max, Buen fin de semana.
ResponderEliminarSonrisas y besos :)
¿Lavapies? Qué curioso. Es cierto que el acordeón evoca Paris: a mí también los momentos de mi infancia. Ya le contaré.
ResponderEliminarAbrazos y felicitaciones a la fotógrafa.