20 noviembre 2009

Diarios de Juventud en la mente

A los 15 años lees "El Proceso" de Franz Kafka; "El manifiesto comunista" a los 16. Nietzche a los 17. Reconocerse ateo y republicano es el siguiente paso natural (aunque la monarquia viste más desde el punto de vista estético). Las tertulias son nocturnas en La Candela, el local de las juventudes comunistas. Todos los temas se pueden tratar, se habla de todo, filosofía política particularmente; se discute de todo hasta altas horas de la madrugada en las mesas bajas de madera del local; nos prestábamos y devorábamos libros de lo más variopinto; vinilos de lo más variopinto, justo antes de la generación cd y su sonido puro aséptico. Es un mundo en el que todo está abierto; aún andábamos en la parte ancha del embudo. El mundo era ese lugar inhóspito en el que hemos sido arrojados por un dios inmisericorde y los adultos, son esos seres pequeño-burgueses que no nos entienden y pretenden guiarnos a través de un siniestro pasillo o túnel hacia el sistema contra el que hay que rebelarse, alguna causa habrá. A los 18 hay que haber probado casi de todo y haber leído casi de todo (una edición del Mein Kaft de 1966 de mala traducción, incluída); haber sido poeta,escritor,polítologo-discutidor,haber amado, haber sido romántico,haber sufrido, haber soñado..haber vivido. "Todo es posible", nos repetíamos...todo es posible...

3 comentarios:

  1. Bajo los adoquines la playa...

    Prefería ese mundo un par de millones de veces que el aborregamiento al que no han o nos hemos impuesto.

    Un abrazo.

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  2. Que lastima que ese tiempo se marchara..quedando en el recuerdo de nuestros días de juventud.

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  3. coooño, si todo éso ya debe estar hecho con 18,
    entonces que se supone que se debe haber hecho a los 40?

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