Hoy, papá,
parece uno de esos días primeros de otoño que tanto te gustaban. De esos en los
que un cielo encapotado anuncia la cercana llegada del invierno, pero que
apenas deja una gotas de lluvia con las que remojar la seca sal que ahora
tenemos en la garganta. Hoy, papá, sopla un viento un poco frío que agita las
copas de los árboles y nos obliga a sacar del armario la rebeca para el alma
que estaba guardada pacientemente.
Hoy, el parte
del tiempo va a hablar de brumas matinales, de chubascos débiles, de días
soleados por el sur, porque hoy el parte del tiempo va dedicado a ti y porque,
en el fondo, hoy el parte del tiempo hablará un poco de todos nosotros.
Hoy, papá, cantamos
soledades porque todos te acompañamos y porque tú nos acompañas.
Hoy…con este
cielo encapotado, con este viento frío…porque estamos en mayo y es primavera…a pesar de todo.
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