El silencio y la luz de la
casa por la mañana cuando él la abandona semejan mucho a los que se intuyen en
un lienzo de Hopper. Tanto tiempo admirando a ese pintor y ahora podía
perfectamente ser una de las figuras cabizbajas que habitan en sus cuadros. Que
habitan o que deshabitan porque desde anteanoche, su vida es un desierto de
palabras que se pierden por los pasillos y recovecos de la casa. Y eso que ella
ha intentado seguir con la normalidad, con la feliz rutina rutinaria. Pero la
casa le parece muy grande y las horas, mucho más que sesenta minutos; aunque ahora
es mejor cuando él no está. A veces le gustaría perder los papeles, desearía poder
odiarle, mucho; no haber sentido vergüenza y haberse acercado.
Porque anteanoche no tuvo una
reunión hasta tarde, no era hora punta para que se hubiera quedado atrapado en alguna
de las muchas venas que desangran esta ciudad cada atardecer. Anteanoche la
nada más abisal se le vino encima al contemplar unas sonrisas cómplices,
aquellos devaneos, aquella entrada triunfal en la vinoteca. Todo perdió el color
alrededor, quedó sorda. Tantas veces había dejado la televisión en silencio
viendo escenas parecidas mientras ella hablaba por teléfono que, por un segundo
eterno, pensó si aquella escena no podía haber sido escrita por cualquier
guionista; después volvería a subir el volúmen de la televisión y la historia
de amor continuaría. Pero no. Lo que continuó fue esa escena y el silencio solo
lo aportaba la distancia a la que estaba.
(Más en Matices en la vida )
El sonido de una vida compartida que se derrumba debe ser tan terrible como ese silencio que describes.
ResponderEliminarGracias por la visita Neo, un auténtico placer
EliminarEl silencio de la infidelidad, cruel silencio, debe ser algo tremendo, bien lo has transmitido, se siente, te oprime y te hace vibrar de rabia, miles de besossssssssss
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado...
EliminarBesos
que pronto pueda quitar los escombros del alma, un abrazo
ResponderEliminarAyyyy no quiero pensar lo que es...porque imaginarlo ya lo he hecho 😄
EliminarBesos
A veces no conocemos a la persona que tenemos a nuestro lado y después ya no quedan palabras sólo silencios.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso que comentas, fue una de las inspiraciones del relato. Besos y gracias por la visita
EliminarEstupendo. De nuevo compruebo tu capacidad para sorprender con tus escritos y lo disfruto ...
ResponderEliminarMuy buen relato, compañero.
Un abrazo.
Un relato muy conmovedor y realista. El silencio favorece la infidelidad, es un problema de adiccion. Un placer leerte. =)
ResponderEliminarBesos
Un relato duro, el derrumbe de una relación acompañada por todas esas dudas o certezas que trae el silencio.
ResponderEliminarUn gusto leerte!
Un abrazo!
Muy bueno Javier! Me ha gustado mucho la comparación con un cuadro de Hopper y me he imaginado la escena de la vinoteca a la perfección...Por qué será?...
ResponderEliminarUn beso
Me alegro mucho...en este post jugabas con ventaja.
EliminarMuchas gracias.
Besos
Creo que es la primera vez que te leo y la verdad, me ha maravillado tu texto. Ese silencio que provoca el distanciamiento, el ver que por alguna grieta de la vida se va derramando algo que se creía sólido y fuerte.
ResponderEliminarUn gusto pasar por aquí, besos!
Gaby*
Cuando la vida compartida se llena de silencios hay que buscar otra vida donde poder expresar lo que se siente. Un beso
ResponderEliminarMuy bello texto donde el silencio se pasea como un arma que amenaza soledad. Juegas con las palabras de forma atractiva y el relato, a pesar de todo, luce en sus cuatro costados.
ResponderEliminarAbrazos
En tu relato hay mucho que no se dice explícitamente y cada uno lo rellenará con sus silencios particulares. Impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando entre dos se instala este silencio, mejor buscar una salida. Estos silencios dañan hasta doler.
ResponderEliminarBesos.
Los silencios actuales dejan patente que la casa común está deshabitada aunque vivan en ella. Hay silencios que duelen mucho. Mejor romper ese muro y, si se hace necesario, abrir nuevos horizontes y abandonar esa casa que sólo los cobija y poca vida les ofrece.
ResponderEliminarUn abrazo.