Ayer a la una de la madrugada aún
estaba vivo porque me mandó un wasap: “Ahora
a descansar, a reflexionar que el domingo vamos a ganar seguro. Gracias por tu
implicación”.
Nos habíamos tomado unas cañas y unos
pinchos después del mitin de cierre de campaña y le acompañé hasta el coche.
Hombre, desanimado no. Estaba un poco
preocupado porque después de todas las dificultades internas y externas, las
encuestas no daban. No conseguía que la gente le entendiera, ni terminaba de atraer
a nuevos votantes. Tampoco nosotros hicimos bien nuestro trabajo por lo que se
ve. Era un candidato atractivo, con buenas ideas, moderado, centrado, pero no
lograba conectar con la gente. No logramos que convenciese a la base del
votante medio. En las reuniones y tormentas de ideas que hacíamos, todo iba
genial, todo era calculado hasta el más mínimo detalle y las ideas, yo creo que
eran las mejores. Luego, dichas fuera, sonaban extrañas, pastosas, densas y,
ninguna acción de contención (como las llamamos) podía minimizar eso. Con todo,
los mítines no iban mal. Pero los paseos por la calle, las improvisaciones,
eran una sangría de votos. Habíamos logrado encauzar las ideas fuerza y evitar
bandazos ideológicos. Quizá evitaríamos un importante trasvase de votos.
Yo siempre he considerado que tenía la
cabeza muy bien amueblada. Pero se ve que le pudo la presión o la preocupación.
Aunque jamás pensé que fuera a acabar así, de una manera tan drástica. Menos mal
que no estaba su familia en casa. Por eso de verlo todo en directo, como es la
vida ahora, un tuit.
Sí, sí. El entierro es mañana. El partido
emitirá un comunicado a medio día y por la tarde, el comité federal elegirá a
la sustituta. Con toda seguridad será la número dos por Madrid.
En el comunicado dirá que el mejor
homenaje que se le puede hacer es ir a votar el domingo. Como dijo Franco en el
discurso de Navidad del setenta y tres, no hay mal que por bien no venga.
Ahora sí que creo que podemos ganar
estas elecciones.
La número de dos siempre o casi siempre es una mujer, no abría que esperar a que muriera el cabeza de lista, porque parecería que hereda la viuda, jeje. Bueno, bromas aparte, has planteado muy bien el desarrollo de una campaña, con un desenlace poco habitual. Para mí, es casi como una metáfora.
ResponderEliminarGracias por tu campaña
Un abrazo
Paradojicamente, sus deseos se cumplieron. Creo que tu relato tiene lo que se llama giro argumental.
ResponderEliminarSaludos.
La presión mediática o la mala conciencia de no ser honrado? Cualquiera de las dos armas ha dejado un hueco "reparable" por un "número" en "femenino".
ResponderEliminarUn besazo
Gracias por tu comentario en mi blog. Veo que tu clarividencia es la de persona escasa en este país nuestro. PENSAR, no es nada fácil, es mejor dejarse llevar por fabricante de opinión. En ti esta la representación de la salvación de este país. Pasarán las modas los lavados de cerebro y volverá la cordura. Eres nuestra esperanza
ResponderEliminarTriste que todo se pueda aprovechar para rebañar votos.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
jeje con fina ironía y agudo sentido de observación has ido desplegando tu manejo literario para ir metiéndonos de lleno en esa situación límite en la que un grupo de organizadores partidarios se ven enfrentando el final de campaña aún sin lo esencial: su principal candidato! Me parece excelente como le has hecho frente a esta difícil temática juevera en la que yo, en cambio, no tuve la suerte o la habilidad como para inspirarme. Un abrazo!
ResponderEliminarNo hay nada que venga de la política que termine bien...quien dice que no fue planeado por el partido para poder lograr sus objetivos?..desplazado del camino sin que quedara sospechas?...mejor decir que fue suicidio..era lo mas evidente en este caso..Me ha dado un poco de mal humor el relato..es que es una historia pero que sucede tan seguido en ese medio en donde se desplazan figuras como en un tablero de ajedrez..besoss..feliz semana
ResponderEliminarIntriga en una campaña muy bien desarrollada. Abrazos
ResponderEliminarVaya, sí que le hizo mal la presión, sinceramente. Y vaya papelón que le toca a la número dos. Lo cierto es que la descripción de la campaña está muy bien hecha, sinceramente. Me recuerda a... del partido... Todos iguales. Un abrazo.
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