Ya no sé la de tiempo que llevo sin participar en los jueves, pero alguna vez tenía que ser y, esta semana que he tenido un poco más de tiempo, he decidido lanzarme y comenzar este 2020 bloguero. Y lo hago participando en el reto que propone La Bitácora de Mar. Ahí vamos.
Esta mañana he visto que había llovido
cuando he ido a coger el gabán. Había llovido mucho. He metido la mano con
preocupación en el bolsillo derecho y no he tocado nada. Únicamente humedad. En
seguida he pensado lo peor: la lluvia se lo ha llevado todo por delante. Pero
no. He tocado el bolsillo izquierdo y he notado las puntitas de las antenas de
los edificios. He tocado las dos torres más altas de la ciudad y la de la
antena de televisión que se inauguró para los juegos olímpicos. He mirado y he
visto el bullicio de todos los días, los coches, la gente que se apresura a
llevar a los niños al colegio, los panaderos repartiendo su felicidad en forma
de barras o panes gallegos. Todo. Todo había sido trasladado en previsión de
las inundaciones. Incluso el centro social y la residencia de ancianos, con lo
que cuesta eso y lo desubicados que se encuentran los pobres cuando los sacas
de la comodidad de su sillón o su salón. Todo parecía estar en su sitio. Comienza
un nuevo día y respiro aliviado.
Original tu relato. Me ha hecho pensar que a veces las cosas parecen no estar porque no nos disponemos a verlas. La solidaridad, por ejemplo, el entusiasmo contagioso, la esperanza... a veces parecen estar perdidas, pero si nos lo proponemos, si buscamos bien hondo dentro de ese bolsillo tan íntimo que resulta ser nuestro corazón, seguramente los hallaremos, esperando ser vueltos a la luz. Te dejo un abrazo y me alegra que hayas decidido retomar tu andar bloguero
ResponderEliminarJamás habría imaginado una ciudad mojada en los bolsillos. La imaginación al poder!!! Me ha gustado tu relato con ese toque de melancolía que le das.
ResponderEliminarGracias por participar.
Bas.
Un sueño inquietante y raro. ¿no te extraño encontrar en el bolsillo con tantas cosas mojadas? podIa ber una sapo, unaa sepiente.,,,Menos mal que como en todos los sueños. Uno despierta y uno se queda tranquilo. me gusta que hayas vuelto con los jueveros.
ResponderEliminarUn abrazo grande grande
Pero qué gran imaginación has tenido, me ha gustado mucho tu relato, tienes una imaginación increíble.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Tu bolsillo es una especie de Aleph borgeano.
ResponderEliminarMuy bueno.
Abrazo
Por un momento me he imaginado el bolsillo de Dios, pero es que tiene para los días malos.
ResponderEliminarla verdad es que tu relato me ha gustado porque es la versión de la realidad.
Me alegra volver a saber de ti. También yo he andado ausente un tiempo pero, igual que la tierra dicen que siempre tira, los jueves parecen que también nos llaman.
Un beso enorme y nos leemos.
Una idea muy original. Es un recipiente mágico, casi. Jugando con la realidad y la fantasía. Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Una ciudad en un bolsillo. Algo que es más grande por dentro que por fuera. Original.
ResponderEliminarTu imaginación estupenda y con una buena dosis de moraleja, pues es cierto que a los mayores cuando se les saca de su entorno es como que los descentran..bueno esperemos que sepan buscar su lugar y ese bolsillo no se moje mucho más ..Un placer leerte.
ResponderEliminarGenio y figura... Muy en tu onda. Me encanta
ResponderEliminarAunque hace tiempo no participabas, sigues teniendo ese punto donde la imaginación te lleva a reflexionar, y me encanta.
ResponderEliminarUn beso.
Pues ya se te echaba de menos, asi que ha sido una grata sorpresa verte por aquí. Tu relato descoloca un poco pero a mi la originalidad me encanta.Besos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn bolsillo mágico en el todo cabe, incluso la humedad o los sueños en forma de torres con puntas.
ResponderEliminarMenos mal que revisé y me di cuenta de que no había leído tu aporte hasta ahora.
Y me alegra saber que te reincorporaste a los jueves.
ResponderEliminarUn abrazo
La calma hace mejor el día. Original relato. Saludos.
ResponderEliminarHola hermoso tu texto un brindis por vos
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