Esta semana nos invita Molí del Canyer a hablar sobre la espera. Y se me ha ocurrido esto...
Se quedó toda la noche con los
ojos abiertos. Romanos 8:25. Mirando al techo. Como tantas otras
veces, pero sin Pepe encima. No le había dicho nada. Y aunque le hubiera dicho. Estaría
roncando a su lado como ahora mismo. Miqueas 7:7. ¿Por qué se le había acercado
ese hombre? No había visto que fuera a dejar al niño a la puerta del colegio
como otras madres a esa hora. Tampoco se había fijado por dónde había
venido. Entre el jaleo no lo había visto aparecer a su lado.
En realidad había sido muy
correcto. Pero muy firme. De esas personas que dan la impresión de saber de lo que
hablan. Había cogido la revista que le había ofrecido mi compañero. La había mirado
un segundo y enroscado. De noche no se recuerdan las cosas como son. No recuerda
que sonriera. ¿O tal vez sí? ¿Una sonrisa maliciosa?. Quizá justo después de
susurrarle. No esperéis el cielo con anhelo, ni deseéis el infierno para el malvado.
No hay más cielo, ni más infierno que este. Se dio media vuelta y se alejó despacio.
Un escalofrío le había
recorrido la espalda. Romanos 8:24, Romanos 15:4…estaba amaneciendo. Se levantó en silencio. Se asomó a la habitación del niño. Su respiración era feliz y
acompasada.
Pero hasta el sol, era ya distinto.
No se si es sueño o realidad lo que acontece al personaje, así que me inclino por un sueño.
ResponderEliminarMe gustan los relatos con ese punto de incertidumbre :)
Bss
Un camino lleno de piedrecitas que se clavan en el zapato. ¿Una reflexión? ¿Un pensamiento vago? ¿Una realidad o una quimera? Sea lo que sea, con esa inclusión "sacra" que hace reflexionar e ir a ver qué acontece, al final, no deja de ser un perdón a si misma por algo...
ResponderEliminarEs un texto realmente formidable.
Un beso enorme.
Bien escrito ese texto intrigante.
ResponderEliminarSaludos.
"Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos" Un texto que con breve pinceladas muestra lo que para una mente inocente resultará ser el infierno, más allá de comprenderlo en ese momento. Realmente un texto malicioso y doloroso.
ResponderEliminarUn abrazo
Más que un sueño, como una pesadilla
ResponderEliminarBeso
¡Hay que ver lo que da de si una noche de insomnio!
ResponderEliminarMagnífico texto en forma, ritmo y contenido.
Un abrazo
Me ha gustado este relato tan intrigante... qué manera más original de contarlo...
ResponderEliminarBesos.
Hola Max! espero tu foto para la tarjeta navideña de este año?
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