20 marzo 2015

Este Jueves Relato: A través de la ventana

Esta semana Gaby nos invita a asomarnos a una ventana. Ahí va mi mirada...

Abril florecía frente a mi ventana…la verdad es que no sé por que me ha venido a la cabeza este verso de Soledades. Quizá porque son ya tres primaveras las que llevo encerrado aquí un poco contra mi voluntad. Seguro que es porque vivo en la calle Antonio Machado. Pegando la nariz al cristal y mirando hacia la derecha, se ve en la esquina el cartel azul con el nombre del poeta. Qué calle más fea le han dedicado los del ayuntamiento. Hasta ahora no me lo había planteado pero, es estrecha y, a poco que tengas una ventana grande como la de mi habitación puedes ver la vida que se desarrolla justo en la casa de enfrente. También es cierto que es la única que queda habitada. Dos o tres más de esta misma calle ya son viejas cuadras con arados oxidados y yerbas de todo tipo creciendo, helándose y quemándose al sol según la estación; vestigios de adobe derruidos de otras vidas que pasaron. Casi como yo aquí. La del tío Genaro en el número dos; la de la Isa la de Panfi, en el siete que aún resiste casi entera. Alguna de ellas ha sido tomada por los gatos. Estoy seguro que allí tienen comida, o alguien les pone. Los veo entrar y salir con la tranquilidad que da la soledad de lo que se ha desmoronado.

Hay uno que viene a visitarme a esa hora del mediodía en que no pasa nada en el mundo. Lo veo desde mi cubículo, en las tejas de enfrente paseando orgulloso y mirándome. Estoy seguro que me mira y se asoma a mi ventana, a mi pequeño universo de cristal y se tumba al calor y piensa que qué raro que debe ser ese animal que se limita a observarlo desde un cuadrado del segundo piso de la acera de enfrente.