29 noviembre 2007

Hotel II

Tras sus pasos al salir de la cama, la sábana ha querido seguirle y, él la ha arrastrado por la moqueta color mostaza de la habitación. Me observa mientras me acerco a la ventana. Observa mi espalda desnuda, el culo y mis muslos.
Me quedo apoyado en la ventana. Afuera las luces de las torres adyacentes, los ecos lejanos y voraces de la gran urbe y las gentes que corren. Desde la planta quince de este hotel semejan hormiguitas que desempeñan sus vidas con obrera sumisión.
Me mira. Esto acaba como tiene que acabar. Ambos sabemos que esta va a ser la última vez que nos veamos.
Me visto apresuradamente y, sin mediar palabra, dejo unos dólares sobre la mesilla y salgo de la habitación, de su vida, tras el portazo...para siempre.

1 comentario:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Muy bueno, un cristal reflejado la otra perspectiva. Me encanta.

Saludos.