26 septiembre 2008

Pequeña Crónica Matutina

El primer rayo de sol que ha entrado por la ventana ya no tenía el mismo color que los días anteriores. Apenas se oyen ruidos a estas horas y las ventanas ya están cerradas. El viento ha vuelto o ya estaba aquí, o nunca se fue. La sábana y la colcha tirada por el suelo, el vello del antebrazo ligeramente encrespado. Primer frío del otoño bajo un sol espectacular y un azul cielo límpido, inmenso como un mar al revés.
Cuando humea el café y a su olor acudes a la cocina, en una rutina no programada. Apagas la tele, que es un perjudicial bicho para empezar las mañanas.
Esta última mañana se viste de colores verde otoño, ocre fin de verano, rojo viento y azul suelo. Todo depende de cómo se mire. Y para todo hay una canción.

4 comentarios:

Raúl dijo...

Te agradezco enormemente tu visita. No lo dudes, volverás a verme por aquí.

Eowin dijo...

Bonita estampa llena de olores y colores, besos

Tanhäuser dijo...

Qué hermoso, querido amigo. Esas son las mañanas por las que vale la pena despertar.
Un abrazo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Bella descripción. La luz del arranque del otoño es distinta. No olvide los atardeceres de octubre que son, igualmente, espectaculares.


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Saludos, Goathe.