20 septiembre 2005

El gato en el tejado...

Me he subido a la terracilla de arriba, la de la escalera casi vertical. Ahora suele la gente llamarlo solarium. Bueno. Me he sentado en el tejado, sobre el arcilloso rojo de las tejas. El sol me contempla y acaricia, desde aquí yo puedo ver los molinos de viento, en su altozano dominando el pueblo. Justo a mi lado da su paseo matutino el gato, que ronronea al pasar justo a mi lado. No se oye nada, apenas el silbo del viento. El blanco de las casas, sus tejados, el gato me mira y se tumba a mi lado. Quiero ir como él de tejado en tejado, tocando suavemente las tejas bajo mis pies para contemplar la vida desde arriba, mirar desde lo alto con su sibilina delicadeza, con su femenino porte.
El gato es un animal exquisito, de modos finos, suaves; es de mirar profundo. Se dice que las culturas más avanzadas lo tienen como mascota. Vimos representaciones de gatos en Estocolmo; en vasos, tazas, cuadros.....El que se ha tumbado a mi lado es pardo, grande....pero casi tontorrón.
He volado por los tejados, como el diablo cojuelo....para buscar vidas, ver la vida desde lo alto...a la altura de gato, con sus mismos ojos.

5 comentarios:

Max Estrella dijo...

Señoras y señores...harto del spam, incluso aquí que parecía libre de ello, he activado la opción de la verificación de palabra para evitarlo. Espero que sepan entenderlo y comprenderlo.
Ale un saludo

rayhodges dijo...

No sólo lo comprendemos sino que, además, respaldamos ampliamente su postura y aplaudimos su decisión.

En cuanto a los gatos, me debato entre el amor exagerado y la envidia malsana. Me explicaré:

Hace nueve años rescaté a una gata de una muerte segura. Se ha convertido en mi hija adoptiva desde entonces. Es la reina de la casa. Me sucede como a Umbral con su gata: Siento verdadera devoción por ella.

Luego la veo dormir, la veo saltar de mueble en mueble, la veo holgazanear al sol igual que un universitario en primavera, la veo descubrir cada día cosas nuevas donde nadie más puede observarlas. Y entonces la envidio. La envidio con todas mis fuerzas.

Yo soy un gato frustrado.



PS. Mi palabra es udwwnsea y está escrita en verde.

Cascabel dijo...

(paseando por el blog de Pirata.. en los comentarios de pasada, me pareció leer.. Max Estrella.. revise de nuevo los comentarios verificando aquellas letras por si mi imaginacion o mi subsconciente me habian jugado una mala pasada.. y NO! era cierto! Max Estrella habia estado alli!! ;) Es que me enamoré de Luces de Bohemia.. y Max Estrella es un personajillo muy especial para mi.. solo ueira mandarte un besito.)

Max Estrella dijo...

yo no se aún si me gustan los gatos....no me fio de ellos,aunque me gusta su exclusivismo,su porte y en general (como dice rayhodges)su vida de curiosos ronroneadores
Gracias por vuestras visitas

Tana dijo...

Yo tengo una gata. Quizás debería decir "una gata tiene a mis hijos", o incluso "en casa habita una gata que..."
En teoría, Luna es mía; pero a estas alturas ya nos hemos enterado de que no admite dueños. Los niños son suyos y están para servirla: mimarla cuando quiere, mantener su agua fresca, ponerle leche por las mañanas...
Acude a mí con cara de fastidio:
-¡Pero qué manera es esa de criar a tus hijos! Que no me entiendan a estas alturas, Tana, es culpa tuya.
Así que soy yo la que me encargo de su bienestar y es a mí a quien busca cuando tiene algún problema. Los mimos son para ellos. Para mí quedan las miradas cómplices, de igual a igual. Ella y yo, nos entendemos.

Bien por la activación de la palabra, Max. Voy a tener que hacer otro tanto porque que no bien haya colgado un texto, me salgan cuatro propagandas de esas... brrr, miau!!