Ahora que me reincorporo a la disciplina laboral, al equipo, me acuerdo de un juego de cartas ibérico por excelencia, de facultades, bares cafeterías y largas tardes veraniegas. Hablo del Mus. Es algo más que un juego, para afrontar la vida, con sus envites, con su juego a grandes, a chicas...sus faroles y órdagos. El Mus es como la vida misma o la vida misma es como el Mus; hay que jugar a grandes cuando se tienen cartas y cuando no se tienen, hay que ir de farol o de órdago, pero siempre con paso firme, la cabeza alta para ganar.
Ahora que en la generalidad de los españolitos de bien aparece el síndrome postvacacional(que todos se empeñan en repetir para que lo terminemos teniendo), me acuerdo de este juego tan real, y de que es buena su filosofía para andar por la vida...pisando fuerte y tirando envites con la misma gracia con la que los "gatos" madrileños lo hacen.
Ahora que en la generalidad de los españolitos de bien aparece el síndrome postvacacional(que todos se empeñan en repetir para que lo terminemos teniendo), me acuerdo de este juego tan real, y de que es buena su filosofía para andar por la vida...pisando fuerte y tirando envites con la misma gracia con la que los "gatos" madrileños lo hacen.
1 comentario:
Sé jugar al Chichón, al Tute y a la Escoba. No sé si lo de la escoba me lo enseñaron con segundas; pero tras leer tu artículo, me pregunto si no sé ir de farol por la vida, o si a veces me cuesta plantarle cara, por eso, porque se olvidaron o no les convenía enseñarme a jugar al Mus.
Bicos :)
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