28 octubre 2006

¿Que le vas a contestar? (para Ana)

(Utilizo el mismo título de uno de las postales de mi apreciada Tana a la que también dedico este comentario, por la alegría que le dió la noticia).
Pues sí. Contestó que sí. La verdad es que fue la mejor noticia esperada que me han dado nunca. Un sí anhelado. En aquella cena, reposada y deliciosa, en aquella ciudad encantadora, con aquella música, nuestra y suya, muy suya. La mirada vidriosa, mariposas en el estómago, sonrisas cómplices e infantiles; vamos a cometer una travesura y, encima, no nos van a reñir por ella. Las manos que se buscan, los labios que se encuentran, el universo que se para, solo para nosotros. Un once de septiembre que recordamos, un catorce de octubre para añadir y una lista de besos de los que beber como mágico elixir.
Ese día se lo pedí y me dijo que Sí.

26 octubre 2006

Arrive

Al asomarse a la ventanilla del tren le parecía extraño que el convoy pudiera circular por entre los matorrales que en buena parte cubrían el fierro de las vías. Pero la vieja máquina de gasoleo, de esas que RENFE deja para las líneas que piensa quitar, llegó ronca y a trompicones al apeadero. El viejo reloj marca las cinco; tiene una pedrada en el cristal. El viejo Renault 4 del factor le aguarda bajo un pino para emprender el viaje de vuelta a casa, este es el último tren del día o de toda una vida. Ese viento que en invierno finiquita las tardes, soplaba del este y seco. Levanta el asa de su trolley y marcha hacia la dirección que tantas veces ha visitado ya. Al llegar toca el timbre y le abre la puerta una persona que no conoce, hay barbacoa en casa. Va saludando a gente que le es indiferente, solo en el fondo y entre el bullicio de la conversación, brillan los ojos e ilumina la sonrisa fresca de aquella que ha de llevarlo de la mano para el resto de su vida. Le ofrecen bebida, come, conversa y sonríe. Sin embargo, su pensamiento vuela solo por otros derroteros, ya piensa en las guirnaldas de navidad rodeando, coquetas, la barandilla de la escalera, y en los paseos del gato por encima de los sofás cuando estén los dos calentitos viendo la televisión.

25 octubre 2006

A la amanecida



¿Que me traes para el nuevo día?; ¿sonrisas?; ¿besos?; ¿sueños?; ¿miedos y temores?; ¿certidumbres?...sea lo que sea, aquí estoy esperándolo...y tu, ¿que esperas del nuevo día?...

20 octubre 2006

Día 21 de Octubre, Día contra la Pobreza

Porque mientras haya desigualdades no habrá justicia. Porque mientras haya pobreza no habrá paz. Porque erradicarla es un problema de todos, hagamos todos que una pequeña onda en el agua se convierta en una ola capaz de conmover y de hacer saltar los resortes de las conciencias individuales. Me uno al reto y a la cadena que se propone por ahí (a mi me llega de Eowin) de alzar la voz contra la pobreza. Ya hace tiempo que puse en mi blog el link de one.org, porque algo había que hacer, por poco que sea, y ahora propongo difundir el manifiesto de pobrezacero.org, adherirse a sus peticiones, firmar sus cartas a los políticos, etc...
Además como parte del reto, se propone hacer una acción, algo, lo que sea para el loable fin de acabar con la pobreza.
¿Quien se une?

19 octubre 2006

Tembleque

A Gonzalo se le habían perdido sus padres cuando se sentó a nuestro lado. "Mi mamá no sé donde está". En el portal de aquella tasca hizo una parada porque tenía los cordones desatados. ¿Te has perdido?, ¿te ato los cordones?,le preguntó. Pero no hubo respuesta. Sus diminutos dedillos hicieron un torpe nudo y salió disparado hacia una de las esquinas de la plaza. Allí una niña de pantalón corto y largo cabello rubio ya vociferaba para atraer su atención. Detrás los "desaparecidos" padres.
En la plaza porticada los niños juegan a pegarle patadas a un balón en una diapositiva color sepia que podría llevar repitiéndose años y años. Los únicos de color somos nosotros dos. El signo de los tiempos se nota en que juegan de portero dos niñas, improvisadas "zamoras" en el polvoriento cuadrado de juego. Una destartalada bicicleta atraviesa nuestro campo de visión, y cruza desde un extremo a otro de la plaza. Desaparece con su cantarín chirriar, como siempre y como ahora. El signo de los tiempos se nota en que es conducida por un extranjero, aunque en otra época bien pudo ser un brigadista. Alrededor nuestro nos observa la balconada y los viejos maderos que la sostienen, dibujadas cada cierto tiempo cruces de Malta, de cruzadas y otras conquistas.
Comemos un helado viendo derretirse el tiempo en nuestros labios, cuando otra bicicleta para justo a nuestro lado. Chandal viejo como toda vestimenta, gafas y aliento de beodo. Su bagaje vital va en los bártulos del ciclo, en la corta memoria, la muerte de su madre a la que no vió en su final; en la voz, Camilo Sesto y coplas de Gracia de Triana que canta con media lengua de trapo y espiritu sandunguero. Vase y, de nuevo, bajo las estrellas del mes de agosto queda el tablado extático, quedas sus marionetas, listo el telón para ser bajado.

16 octubre 2006

León

Un paseo por la calle Ancha o Zapatería, o por la calle Regidores o por tantas otras que rodean, envuelven y acarician las viejas piedras de una de las joyas del gótico europeo. Tomar unos vinos por el Barrio Húmedo en el que "las calles giran a la derecha siempre" según nos explica un señor contento de que visitemos su ciudad. El palacio de los Guzmanes, La Casa Botines, La Catedral, San Marcos y San Isidoro, la muralla donde termina "El entierro de Genarín", el Musac y la visita a alguna librería de lance o la feria del libro antiguo y de ocasión. El puente del Pilar lo hemos pasado en León. La ciudad es preciosa, sus calles y plazas nos remontan a la época medieval y a la reconquista a las cortes principescas, pero también a principio de siglo XX, a un renacimiento modernista, literario de café y volutas de pipa que rasgan el papel con su lettera inglesa.
Lo mejor de todo, el principio del resto de nuestras vidas, pero eso es para otra postal.

06 octubre 2006

Para una pequeña reflexión

Señalaba Martín González de Cellorigo hacia 1.600 en uno de sus libros que España era una "república de hombres encantados que viven fuera del orden natural". Esta reflexión la hacía en pleno siglo de Oro pero también en pleno inicio de la cuesta abajo de la influencia española en los campos político, militar y cultural. Significativo de aquella época, entre otras muchas cosas, era la existencia de "los arbitristas" y el hecho de que la mayor parte de los puestos de cancillerías, tribunales, consejos de los reinos, y otros cargos eran ocupados por letrados...
Ahora, cuatrocientos años después, no se si vivimos una situación parecida, con igual encantamiento (se sigue diciendo que somos un país de pandereta), no sé si somos una sociedad fuerte y casi todos los aspectos de la vida están dominados o influenciados por letrados o abogados más o menos letrados (cosa no del todo incompatible)...y más que por arbitristas, por posibilistas, arribistas y trapacistas de todo tipo. ¿Se repite la historia?; ¿es correcta la impresión?.

04 octubre 2006

La vieja capilla

La luz entraba por la linterna de la cúpula y cortaba en doradas láminas todo el humo del incienso que nublaba la visión de la capilla. Justo en el centro, una cama de forja con dosel donada por no se qué señorona de la jet de pelo y caña de la ciudad; y sobre ella una talla de la Virgen, cenicienta y lívida, vestida de época. La dormición de la Virgen volvía a tener lugar en esa capilla como cada agosto desde el siglo V. Allí te besó en el hombro y después en la cara, en aquel rincón bajo la atenta mirada de San Antonio. Allí quedó para siempre furtivo y adolescente ese beso que no fue comienzo de nada y que quizás recoja, pasados otros tantos siglos, algún otro niño para jugar con él y lanzarlos a la cara o al hombro o al aire colmado de incienso de la vieja capilla.