17 diciembre 2020

Este Jueves, relato: Dulces



Este jueves nos invita María José Moreno en su Lugar de encuentro a hablar de dulces. Ahí dejo lo que he pergeñado. 

El chirrido del muelle del pomo despertó a la madre que dormitaba en la cama después de la toma. Asomaba un pecho por encima del camisón de puntitos amarillos. La abuela asomó la cabeza por el hueco de la puerta. Llevaba el pelo cardado y tintado de peluquería y una bandeja mal envuelta con servilletas. Una pirámide de pastas a punto de desparramarse asomaba por los huecos del papel.

   Os he traído unas pastas de almendra caseras. Están recién hechas. —

Apartó una botella de plástico con agua y las dejó sobre la mesa junto a la cama. El olor de las pastas se mezcló con el dulzón de las cremitas y ungüentos de los gemelos que dormían junto a su madre. Llevábamos años sin ver a la abuela. Por lo que parecía, seguía haciendo todo tipo de dulces y pasteles en cualquier época del año.

Se acercó y cogió a uno de los bebés. Yo di un respingo en el sillón. Hundió la nariz en el cuello del niño. Le besaba los bracitos, los pequeños muslos. Uno a uno fue chupando los deditos de los pies. Sus labios fofos buscaban los mofletes de los niños y demoraba los besos en la barbilla.  

   ¡Qué gorditos! Y ¡Qué encarnaditos! ¡Están para comérselos! —