28 septiembre 2005

Se salvó de la quema


Esta es una de las pocas fotos que se salvó cuando al ordenador portátil le dió por hacer magia potagia con mis archivos. Es de Segovia, la pasada primavera; la hizo Ana y ahora ocupa el fondo de pantalla del ordenador del trabajo.

27 septiembre 2005

El café del sol

Salgo a media mañana, en la hora en la que el sol ya calienta un poco a los personajes de mi novela. Atolondrado, con la cabeza gacha, me escabullo por entre los coches, los viandantes (qué palabra más técnica). Se vislumbra una iglesia, algún callejón. Aparece a mano derecha. Cuentan los viejos de lugar que antes estaba en los bajos del Hotel Reina Victoria, que tenía cenadores y sillas de hierro forjado y que el sol de la tarde rasgaba su puerta dando a sus maderas literarios tonos ocres.
Este es moderno, casi de diseño, alargado, de pasillo. Me he sentado en la barra junto a un tipo que se ha fumado dos cigarrillos en cinco minutos mientras apuraba su Red Bull. Se ha acercado Beatriz, me ha preguntado si quería lo de siempre. Le he dicho que sí. Se ha girado y ha asomado un duendecillo burlón tatuado en su hombro. Cae el café, con toda su crema, saboreo un poco la espuma. Estaría tomándolo todo el día. Jugueteo con el azucar, la espolvoreo a lo largo y ancho de la taza, se mezcla con la crema y luego cae a las profundidades parduzcas de la taza. También llega la tostada; la tomo con tomate, aceite, sal y una pizca de pimentón. Como primero la tostada y dejo un último trago de café para quedarme con ese amargo sabor que deja la vida y el dulce que deja el cafe.
De pequeño (no hace mucho) deseaba poder atreverme a entrar en una cafetería, restaurante a desayunar, comer o lo que fuere y hacerlo solo. Lo veía de lo más moderno, "madrileño", cosmopolita. Ahora puedo hacerlo y, la verdad, no es para tanto. No obstante el momento del desayuno es casi el más dulce del día. Es un desperezarse al mundo.
Pago y me despido de una Beatriz otra vez sonriente. Hasta mañana. " Mientras sigais haciendo el café así, seguiré viniendo".

25 septiembre 2005

Sudoku

Lo siento, pero este verano no me he engachado al sudoku. No me ha llamado ni ha logrado engacharme ese pasatiempo con nombre de plato de restaurante coreano. La verdad es que siempre he resultado algo negado para los números y este es de los complicados. Se me da mal llegar a final de mes, el sueldo no me da para terminar en condiciones los treinta días; se me dieron más bien mal las matemáticas de tercero de BUP, y otros de tantos....así que, ¿Cómo me iba a mi a atrapar algo que me recuerda una de mis múltiples fallas?. Lo he intentado, incluso he llegado a poner varios números en las cuadrículas...pero nada...que no....Quizás es que no soy lógico, o no tengo visión espacial para situar los números o, que se yo, pero lo cierto es que nada.
El sudoku, su moda de este verano es una de esas pequeñas cosas que te muestran tus limitaciones, lo que puedes y lo que no puedes hacer. También me sirven para diferenciarme, otra vez más, de la generalidad de los españolitos de a pie. En fin, eso no se si es bueno o malo, pero es lo que hay. Muchas otras costumbres ibéricas frecuento, que no todo va a ser sufrir.

23 septiembre 2005

Inconexiones

Me encanta el kilometro 0, en plena Puerta del Sol en Madrid. Es por un instante la orientación radical a nuestra vida que todos necesitamos. Es el "Usted está aquí" por excelencia de cualquier mapa o plano, de muchas vidas ajenas y propias. Es un buen comienzo para todo. Saberse para comenzar desde ese punto, desde 0, dándose cuenta uno (no como cuando se nace y no se sabe que se comienza).
Por cierto que hoy he estado observando a mi tortuga. Es de tierra. Es sabia, anciana casi, tarda en el andar, terca y obcecada, se va liando y perdiendo tras puertas y cables de la casa. Es ingenua. La veo como avanza con paso firme por el pasillo, por la cocina; empieza a adormecerse para el invierno...invierno que ya no es duro, ni frío apenas. Me gusta su tranquilidad, su reposado vivir....
Tarde dispersa de viernes, inconexa, hoy quiero escapar por la puerta de mis letras, me libero por ellas...


Reino de frontera

Sólo se divisa desde la atalaya el rasgado color violeta de las nubes mientras el sol desaparece tras el horizonte para mañana volver a salir en redonda y eterna peregrinacion. Más allá de nuestra posición no hay nada. Tierra baldía y seguramente el enemigo acechante esperando cualquier descuido para adentrarse en nuestro territorio. Somos reino de frontera y nosotros estamos aquí para defender vuestra tranquilidad. Somos la avanzadilla de nuestra civilización, y poco a poco iremos poniendo más tierra de por medio, avanzando para expulsar al moro de Europa....nuestro caracter es duro, seco, impertinente. Pasamos por encima de lo que haya que pasar para conseguir nuestros objetivos...más allá de nuestra posición no hay nada porque no puede haberlo, estamos en la misma línea que separa a los buenos de los malos.....(fragmento de carta de un soldado del ejército de su católica majestad en la conquista del Reino de Murcia a su valedor castellano, s. XV....).
Cuesta imaginar la soledad de trinchera de aquellos primeros arietes, sus ideas, pensamientos más ocultos, sus miedos, sus pasiones....¿Y si ese caracter se transmitiera de generación en generación marcando a la gente de determinado sitio o lugar?; haciendolos mejores o peores personas por llevar dentro de si (ocultos pero latentes) los genes del reino de frontera...causa resquemor esa sola idea...¿o no?

21 septiembre 2005

Sunday morning call.....(un anticipo de cuento)

El sol entra por la ventana con la furia matutina de los veranos, a pesar de que ya ibamos entrando en el otoño. Poco a poco fue abriendo los párpados. Le pesan mucho, de medicamentosa somnolencia. La estancia es blanca, terriblemente blanca. Apenas en el fondo una mesa en color pino nueva, seguramente del IKEA. Sobre ella unos papeles, unas revistas. No recuerda que es lo que hace ahí, le cuesta situarse. Se despereza y asoman por debajo de la sábana los pies que casi rozan con el hierro colado y helado de la cama. Observa su pijama, no le gusta nada, "con lo que yo era para estas cosas".
¿Qué día es? Parece que por la luz y el silencio pueda ser domingo, pero no sabe bien. Ha decidido no pensar, pero ha de hacerlo para caer en la realidad que ahora le alcanza, le toca y le despierta....

20 septiembre 2005

El gato en el tejado...

Me he subido a la terracilla de arriba, la de la escalera casi vertical. Ahora suele la gente llamarlo solarium. Bueno. Me he sentado en el tejado, sobre el arcilloso rojo de las tejas. El sol me contempla y acaricia, desde aquí yo puedo ver los molinos de viento, en su altozano dominando el pueblo. Justo a mi lado da su paseo matutino el gato, que ronronea al pasar justo a mi lado. No se oye nada, apenas el silbo del viento. El blanco de las casas, sus tejados, el gato me mira y se tumba a mi lado. Quiero ir como él de tejado en tejado, tocando suavemente las tejas bajo mis pies para contemplar la vida desde arriba, mirar desde lo alto con su sibilina delicadeza, con su femenino porte.
El gato es un animal exquisito, de modos finos, suaves; es de mirar profundo. Se dice que las culturas más avanzadas lo tienen como mascota. Vimos representaciones de gatos en Estocolmo; en vasos, tazas, cuadros.....El que se ha tumbado a mi lado es pardo, grande....pero casi tontorrón.
He volado por los tejados, como el diablo cojuelo....para buscar vidas, ver la vida desde lo alto...a la altura de gato, con sus mismos ojos.

15 septiembre 2005

De todo un poco, como en botica

Prima cosa: ayer perdí un trocito de memoria, el ordenador dijo que ya no guardaba nada más y decidió que iba a robarme la memoria. Desaparecieron fotos, escritos y algún cuento que estaba ultimando. Lo he llevado a ver si es recuperable esa falla "neuronal". Creo que me voy a volver antediluviano, volver a escribir con máquina, o sobre las cuartillas de toda la vida...que si han de pasarle algo es perecer bajo el fuego, mas no perderse en el éter informático. Me disgusta no controlar este tipo de cosas (en los últimos tiempos se me rebela).
Segunda cosa: he visto una camiseta de Kopenhaguen, ayer en un blog leí algo referido con esta ciudad....yo creo que mi guionista está hartandose de que no termine el diario del viaje. Mi guionista o el duende burlón, o algún socarrón trasgo...pero últimamente he visto bastante el nombre de esa ciudad....me pondré a ello para calmar "a los espíritus" o a mi espíritu.

14 septiembre 2005

De profesión, mis rutinas

Tengo por profesión mis rutinas, como casi todos los urbanitas del mundo, como todos los de este siglo. Voy por la ciudad viendo sus caras, como entran en sus tiendas, van a sus trabajos y viven sus vidas. Es farragoso ser urbanita, la vida entre el hormigón y el asfalto.
Pero de repente encuentro apuntes de color, en el blog, entre libros, en mis letras y en las de aquellos que encuentran un ratito para escuchar poesía, para silbar o mirar a los ojos con mirada pura y verter soplos blancos al alma.
Hoy, la rutina gris se ha roto con miradas de pintura. Encontré en un cajón todos los marcapáginas que he ido coleccionando a lo largo de años, puntos de lectura, que poco a poco se amontonan para señalar en algún libro vivencias de personajes, historias de mágia, o simplemente mi vida, marcando las páginas de mis pasos, mis rutinas, de aquello que entre dos hojas en blanco aún ha de pasar.... ale a escribir, a soñar, a vivir.

12 septiembre 2005

Me acaba de asaltar la duda

A esta hora de la mañana, sin que venga a cuento, en un lunes de esos en los que quiero resolver todas mis dudas, me acaba de a-saltar una, impertinente, impaciente, político-sociológica-histórica (de la cabeza a la pantalla del ordenador); de si no estará de moda el fascismo, si no se irá inflintrando sibilinamente entre nosotros esa ideología, sus asociaciones, sus fundamentos, modos y sesgos....quisiera pensar que no y que es más un miedo de vieja, que otra cosa, pero....y si así fuera, ¿cuál debería ser nuestra actitud? (Me contesto), de rechazo frontal, por supuesto....salvo que no nos demos cuenta.

09 septiembre 2005

Sin piedad

Imaginemos cadáveres por las calles, a gente de color llorando, sufriendo, a madres desgarradas por la pérdida de sus vástagos. Imaginemos a gente hambrienta, hileras de gente sin hogar, sin futuro, sin nada más puesto que los harapos que cubren su piel de ébano. Imaginemos lágrimas, suspiros, desesperanzas. Imaginad epidemias, falta de vacunas y de medios de subsistencia de toda clase. La ley del más fuerte imperando en la ciudad. Aguas estancadas, mosquitos que pican muerte....ahora imaginemos que eso pasa en el país más poderoso del mundo. En los Estados Unidos. ¿Por qué va a ser diferente esto ahora de la vital subsistencia diaria de Africa?. Se escandalizan los estadounidenses de que esto les pueda estar pasando a ellos, cuando hay millones de personas que lo viven a diario. Se escandaliza "la gente de bien" por la cantidad de muertes habidas. Pero son todos de color, son todos pobres, sin medios. Apenas se han visto afectados los de siempre...porque pudieron huir, estaban avisados...el resto, vió aquello de "gone with the wind". También el zoo de Nueva Orleans ha salvado a la totalidad de sus animales.
Ahora hay unos cincuenta mil efectivos de la guardia nacional para intentar evitar el caos. Tarde. ¿Qué hicieron cuando supieron la intensidad del Katrina?. ¿Por qué toda esta gente no estaba avisada, evacuada?. ¿Era por negros, por pobres?. Había medios y no se pusieron para minimizar la catástrofe. A los estadounidenses (particularmente a sus autoridades) no les ha importado perder un gueto algodonero del sur. Para muestra un botón, la señora Condoleeza Rice de compras en Nueva York tras conocerse el desastre; el Departamento de Estado descabezado por los saldos y ofertas de la gran manzana. El cretino de W. Bush haciendo el payaso (como siempre en las grandes ocasiones) por yo que se que lugar. Este señor es de una mezquindad y mediocridad supina.
America es grande, haciendo guerras en el extranjero, su capitalismo les lleva extramuros de su país, pero dentro, hoy en Nueva Orleans tratan de subsistir.....como cada día en las zonas pobres del planeta....es lo mismo, desgraciadamente.
Con este tipo de líderes no hay que tener piedad en la crítica. No les importa lo más mínimo su gente. Sin piedad, como ellos actúan....por otros intereses.

07 septiembre 2005

Un minuto de silencio

Me cuenta Ana que Nueva Orleans era preciosa, muy peculiar, curiosa...me lo comenta mientras yo me desayuno en una taza del Café du Monde de esta ciudad; es un recuerdo que ella se trajo de allí...otro día me enseñará las fotos que hizo. Ahora yo pienso en el valor que esas instantáneas tienen, ahora son segundos de vida, pedacitos de historia.
Como siempre, cébase la mala fortuna con el que carece de medios, con el sur algodonero, con ese gueto dentro del capitalismo salvaje...
En seguida comentaré lo que me viene a la mente....de momento ahora callo apenas un minuto por respeto.

06 septiembre 2005

C´est la vie

Hoy he entregado los papeles para mi primera casa. Dejaremos en el limbo la edad, cómoda, a la que pienso o puedo independizarme, pero, ¡ya tengo mi primera vivienda!. ¿Ya puedo considerarme adulto?. Se supone que más o menos tengo un plan de vida. O cuanto menos algún sitio donde caerme muerto, o sencillamente donde ir a vivir mi privacidad o dormir etílicas veladas o donde organizarlas...
He entregado una enorme cantidad de papeles, cantidad para empapelar un cuarto de esa casa (seguro) y que aburre reunir hasta el más pintado. Ya tienen mis datos en otras tantas bases de datos...
Ya soy serio. Ahora a vuelapluma empiezo a pensar si debería plantearme mi/nuestro modo de vida; si hago lo correcto o si no...
Ya soy ¿más maduro?.....no se, lo consultaré con mi duende....

03 septiembre 2005

Otoño en la ciudad

Me gusta el otoño, el color ocre de las cosas, las hojas caídas en la Alameda de San Antón y la de Alfonso X, color otoño, color con un poco de melancolía, una época que se va, el verano que toca a su fin. Ese color oro que todo lo envuelve parece que difumina las cosas, es afable. El sol muere un poco ahora. Balance. Recuerdos del cercano verano; una sonrisa. La tarde todavía es larga, pasa este tiempo cadencioso, no hay bullicio interior, sin embargo la ciudad estalla: son las fiestas.
El domingo es el día del señor y se nota. Calle Trapería. Salida de misa de la Catedral (así fue la primera película que se rodó en España; salida de la Basílica del Pilar creo recordar). Es la cultura cristiana de rosario y escapulario y remordimiento continuo. La parte amable es la fe de las ancianas. Veo dos beatas que cogidas del brazo se apresuran porque llegan tarde a misa de siete y media en la Basílica del Carmen. El barrio del Carmen sí que es un barrio. Me gusta la Plaza de Camachos, también el Jardín de Floridablanca; pero justo a esa hora en que el sol, cortante su filo rasga el Puente Viejo. También la Iglesia del Carmen tiene ese color ocre septembrino; casi invita a pasar (algún día tendré que visitarla de nuevo). Cultura cristiana, arte cristiano.
Septiembre es un estado de ánimo. También es vuelta a la jungla, lucha contra la holgazanería, es un desperezarse para que la ciudad no te venza.
Es otoño en la ciudad, huye el verano azul y blanco, lo va empujando el invierno que pretende helar los corazones. Ya se ven en algún sitio tonos grises. Escaparates; por cierto que necesito un jersey, unos zapatos y unos pantalones. Algo ya he visto.
Al caminante le hablan los edificios, las calles, las plazas. El polémico, poliédrico y polifacético edificio de Moneo (no me gusta que lo llamen “el Ayuntamiento”, los políticos que todo lo monopolizan).
Atardecer. Anochece casi imperceptiblemente. Violáceo el cielo, rojo, flamígero; hay nubes rasgadas, de esas que han recorrido todo el mundo. La ciudad desaparece por un momento a la contemplación, mirada púrpura. Al fondo la feria vomita ruido y un empalagoso olor rosa. El caminante huye hacia un reposado lugar de reposada conversación, a por un café o una cerveza.
Septiembre es un estado de ánimo

01 septiembre 2005

El juego de cartas

Ahora que me reincorporo a la disciplina laboral, al equipo, me acuerdo de un juego de cartas ibérico por excelencia, de facultades, bares cafeterías y largas tardes veraniegas. Hablo del Mus. Es algo más que un juego, para afrontar la vida, con sus envites, con su juego a grandes, a chicas...sus faroles y órdagos. El Mus es como la vida misma o la vida misma es como el Mus; hay que jugar a grandes cuando se tienen cartas y cuando no se tienen, hay que ir de farol o de órdago, pero siempre con paso firme, la cabeza alta para ganar.
Ahora que en la generalidad de los españolitos de bien aparece el síndrome postvacacional(que todos se empeñan en repetir para que lo terminemos teniendo), me acuerdo de este juego tan real, y de que es buena su filosofía para andar por la vida...pisando fuerte y tirando envites con la misma gracia con la que los "gatos" madrileños lo hacen.