25 mayo 2018

Este Jueves, Relato: El premio

Nos invita Juan Carlos esta semana desde su blog a hablar de "premios". Propone el famoso juego de un relato inacabado de Chejov, pero como yo ya tenía hecho ese ejercicio, he cambiado mi participación y aquí la dejo. Si ustedes gustan.


Estoy en la última fase para conseguir el gran premio. Había ido superando una prueba tras otra de la mejor manera posible. Destrozar algo del mobiliario público de la ciudad donde vives. Relativamente fácil. Me cargué el cristal de una marquesina de una parada de autobús. Selfie. El cris, cris de los cristales en millones de pedazos me pareció un espectáculo bellísimo. Aunque me hice un corte. Nada grave. De aquella noche, recuerdo el sabor ferroso de la sangre de la herida y un pájaro nocturno que de rama en rama me fue acompañando hasta casa.

El siguiente sobre con instrucciones apareció puntual en el buzón al lunes siguiente. Segunda prueba. Una semana de plazo. Misma mecánica. Tras hacerla había que subir una prueba en una página de la organización. Elemento purificador: el fuego. Quemar. Bueno, habría que esperar a un sábado por la noche y bien un coche o una de las naves del polígono arderían con facilidad. Así fue. Un coche. En pleno centro. Y el amarillo fatuo que iluminó la noche por un momento. Selfie. Red. Un tic verde en la página web, marcaba mis progresos.  

Tercera prueba. Llegó también en un sobre lacrado. Se llamaba el dominio de la carne, el poder de la carne o algo así y decía literalmente que para superarla había que cargarse a alguien. Esta era un poco más complicada. Creo que buscaría un edificio con ascensor y esperaría a alguien dentro de la cabina. Arma blanca y al abrirse las puertas culminaría con lo exigido por el concurso. De noche. Alguien que llegue del turno de noche, sin ganas de resistirse o tan hastiado de la vida como para dejarse hacer y que yo pueda ganar. Ganar. ¡Qué palabra tan bonita! ¡Cuánto poder! Y luego la parte burocrática: selfie, prueba y a esperar el premio si soy el ganador. Espero serlo, estoy ilusionado.