25 junio 2015

Este Jueves, Relato: Rostros de la Polio

Nos propone José Vicente este tema para esta semana y ahí va mi aportación...

Se ha muerto “La Polio”. Me lo ha contado esta mañana mi madre cuando la llamé para ver cómo iban las cosas por el pueblo y cómo le habían salido los últimos análisis que se había hecho. Tenía un poco alta el azúcar pero le dice el médico que con las pastillas que toma ahora se le ha controlado. Son las dos únicas novedades que se han producido importantes. Lo del azúcar era casi esperado. Pero lo de la muerte de “La Polio” o la señora Maria, es parecido a un viento que se lleva para siempre un pedacito de infancia. La llamaban así por una cuestión física obvia. Había padecido esta enfermedad de niña, justo después de nuestra guerra.

La recuerdo siempre detrás del mostrador de su tienda de chuches, sentada en su silla de anea y siempre con el pelo blanco, como si hubiera nacido ya mayor. Los niños decíamos que no tenía piernas y ella de broma nos medio amenazaba con una de sus muletas. Eso era en invierno, porque en verano, siempre estaba con sus piernas cortas juntas y su gran zapato en uno de sus pies, sentada en la misma silla. Las muletas apoyadas en la pared. En el estío, su tienda de casi todo, era como un autoservicio. Ni se levantaba para atendernos. Nosotros nos servíamos y al salir, le dábamos el importe exacto de lo que nos llevábamos. Menos una temporada en que a Pepe, le dio por llevarse flash de quince pesetas y decía que eran de cinco. Nosotros niños medio tontos, creíamos que no se daba cuenta. Lo que ocurría es que luego hablaba con nuestras madres y les tenía la cuenta preparada. Hasta que se cansaba. Si sigues mangando así, Pepe, llegarás por lo menos a alcalde. Y nos poníamos todos colorados y tardábamos unos días en volver a comprar. Pero siempre terminábamos volviendo a ese recuncho, dulce como un recuerdo.


Y ya de mayores pasábamos a saludar y a comprar alguna chocolatina o gominola a recuperar un trozo inmutable de los niños que, en el fondo, todavía seguimos siendo. 

23 junio 2015

X

X, podría ser la casilla de la renta a marcar para fines sociales. O la señal indicativa de un cruce en una carretera o en unas vías del tren. O una incógnita sin resolver. Pero no es el caso. El caso es que, X, también es DIEZ en números romanos. Y DIEZ son los años que cumple este blog en un par de días. Y es que desde el año 2005, llevamos dejando notas, soltando papeles, ideas...haciendo algo tan anticuado y tan moderno como es escribir, compartir letras. Y, a pesar de todas las redes sociales y todo lo que ha evolucionado el medio web en los últimos tiempos hacia mayor concreción y superficialidad (quizás), creo que los blogs han conseguido mantener un pequeño rincón de resistencia en el que poder expresarse. Han cambiado las formas pero no los fondos. Y es que, en el fondo, todo son letras. 
Y no queda más que dar las gracias, a todos los que durante estos años, nos han seguido, han comentado o criticado lo que aquí hay. 
Y gracias al grupo de Jueveros que me han acogido de una manera formidable y han dado nuevo impulso a este blog para que aguante, como mínimo, otros diez años. 
Gracias y, como digo, nos vemos en las letras, en esta que es su casa. 

11 junio 2015

Este Jueves: Relato. Siete Pecados Capitales

Nos propone Charo que esta semana hablemos de los siete pecados capitales. Bueno, ahí va mi aportación. No he podido elegir un pecado y me quedo con los siete. 

Al contrario de lo que dicen yo no soy un ángel caído. Jamás intenté encabezar rebelión alguna contra nadie, ni siquiera contra dios. No tuve un juicio justo. Ni siquiera una oportunidad de defenderme. Funcionaba y, supongo que seguirá funcionando el ordeno y mando. Las disposiciones divinas no se discuten, se acatan, son infalibles. Pero hemos visto que no es así, porque luego va dios y crea al hombre. A su imagen y semejanza dicen. ¡Pero si es absolutamente imperfecto! O no es infalible porque ha creado una criatura tan endeble y pequeñita. O el hombre no está creado a su imagen y semejanza. O alguien no está engañando a todos, todo el tiempo.


Eso pudo ser lo que se dijera. Por eso se cuenta que fui expulsado al averno para ser su rey. Pero tampoco es cierto. Yo soy el ángel más bello de la existencia y no soy el rey de los infiernos ni estoy en ellos. De hecho, cuando fui expulsado a este mundo (sí, este de ustedes y mío ahora), seguía siendo la cosa más bella de toda la creación y seguía teniendo todas las características de un ángel. Intactas mi bondad, serenidad, plenitud. Luego llegaron los hombres y pude conocer el asesinato, la maldad, la lujuria, la ira, la pereza, la envidia, la gula y la soberbia, la avaricia. Y me gustaron, y las practiqué todas. Y por esa práctica perfecta me salieron cuernos. Y me salió rabo. Y ahora todas esas virtudes adornan mi cabeza. Pero no fui yo, príncipe de este mundo el que las traía consigo, ni el que las mostró a los hombres. Fueron ellos, los que me las inocularon, los que me las mostraron. Y dejé de ser la criatura más bella de la existencia. Pero soy mucho más feliz y ahora, apartado del mundo, vago escondido por el tiempo y contemplo divertido como bisbisean los hombres oraciones de vergüenza a un dios que quizás esté equivocado.