Al hilo del Chateau Briand que degustamos, Pedro se acuerda de una anécdota que le ocurrió a Unamuno en París con este manjar. Al hilo de cualquier otra cosa que comentamos, a Pedro se le ocurre otra anécdota que leyó en no se qué revista...o libro, o...marcha con su cámara a todos sitios, capta los detalles de las cosas; con espíritu científico observa lo que le rodea y con espíritu literario es capaz de plasmarlo en una imagen, en una postal, en un trozo de servilleta o un cuarto de libreta. Curioso, vitalista e intelectual. Un auténtico intelectual, de conversar pausado, inteligente...nunca lo reconocerá pero sabe más de lo que cuenta, de modo que al hilo de sus conversaciones es cuando van desgranándose las perlas de su conocimiento, como uno desgrana una granada fresca, que luego saborea con fruición...es admirable!!!Un placer contar con su visita...
Detrás de un gran hombre suele haber una gran mujer, y en este caso nada más cierto, perfecto complemento, interacción...Sonia, deja hacer a Pedro, le apoya, le anima, le comprende...de una sensibilidad exquisita, tiene la palabra justa en el momento oportuno y, siempre dicha en ese dulce acento con el que vuelan las palabras de sus labios...
En fin, señores, siento la vergüenza que les pueda haber hecho sentir salir de protagonistas en este rinconcito, pero no es sino una mínima muestra de agradecimiento por la visita del fin de semana y, tomándome cierta libertad, quedamos a la reciproca, pues es mi intención repetir, que las cosas buenas no cansan...