02 enero 2015

Este Jueves, Relato: Ese Oscuro Objeto de Deseo

Casi todas las tardes era igual. Sobre las seis, el sol iluminaba profundamente la cocina. Notaba como el corazón le palpitaba más rápido a medida que recorría el pasillo. Al principio, disimulaba la compra diciendo que era para que el niño merendase. Cuando a la segunda tarde Javier dijo que no le gustaba, ya no tuvo que ocultarse más. Cogía la bolsa de tela que estaba colgada tras la puerta de la despensa. Cortaba en dos rebanadas el pan de miga blanca que compraban en la nueva panadería vintage del barrio. Iba hacia el armario de las galletas y allí estaba: el enorme bote rojo. El cuchillo de punta roma recorría primero el fondo y después las paredes para extraer, en una única punción certera, la mayor cantidad de nocilla posible. Untaba primero la parte de abajo del pan. Después con el sobrante la de arriba y volvía el cuchillo a hendir el untuoso elemento para completar aquella ambrosía. Chupaba el cuchillo y, casi limpio, lo dejaba para fregar. El primer bocado del pan sabía a niñez, a barrio sésamo y deberes después; a frustración porque no todas las tardes había para hacer esos bocatas; a tómate primero la leche; a cuando sea mayor me voy a comprar toda la nocilla del mundo. Una especie de predicción que se cumple porque, desde entonces, no falta en su armario de las galletas un bote rojo con el que, medio en secreto, muchas tardes puede dar ejemplo a su hijo sobre lo importante que es merendar bien para suplir las carencias de la infancia. 
Más donde Charo.

8 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Es cierto que es importante merendar bien. Es algo de lo que se habla actualmente en los medios.
Interesante el planteo nostalgico que le diste al primer jueves del año.

Charo dijo...

Qué bien has descrito ese momento de placer sublime y esos recuerdos de la infancia!
Sin duda un oscuro objeto de deseo!
Gracias por participar y Feliz Año Nuevo!
Besos

Juan L. Trujillo dijo...

Magnifico relato que viene a demostrar que siempre se vive entre la ilusión y la añoranza.
Un abrazo.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Feliz me lo/a imagino y merecida resulta ser esa felicidad, después de las carencias de la infancia.

Sindel Avefénix dijo...

Un momento único, placentero, y que está muy bien disfrutar al máximo. Hay tantas cosas que nos generan deseo, algunas tan simples como sentarse a disfrutar de un bocado que nos gusta.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Una fijación infantil que se ha perpetuado en el tiempo. Pienso que hay deseos, como el de la nocilla, que están ahí para ser alcanzados y disfrutados. No tiene mucho sentido renunciar a esos pequeños placeres que la vida nos ofrece.
Un abrazo.

San dijo...

Menudo placer ese, si que trae recuerdos si.
Muy bien descrito ese momento tan placentero.
Un abrazo.

Fabián Madrid dijo...

Ayudas a rememorar aquellos recuerdos.
Feliz año.