El año pasado por razones obvias que muchos de ustedes conocen y que hace una semana cumplió un año, no pudimos asistir Ana y yo a nuestra cita con la cervantofilia. Este año, casi tampoco; pero al fin, el sábado por la tarde, pudimos dar un pequeño y reconfortante paseo por ese universo de letras, páginas y autores que es la Feria del Libro de Madrid. La experiencia cada vez es más gratificante. Compras, las justas, y es que la falta de tiempo hace que tenga muchos libros en la recámara como para ir acumulando más. En primer lugar, uno para el niño "Mi Pijama y yo", que ya le leemos por las noches para que le vaya tomando el gustillo a esto de leer. Y para los mayores, 1Q84 de Murakami (casi el único superventas que compro, el resto los deshecho, salvo lo que ahora diré); El Don de Gentes de Elvira Lindo, que amablemente nos firmó un ejemplar; El Vigilante del Fiordo, de Fernando Aramburu (una apuesta segura); En el País de la Nube Blanca, de Sarah Lark (para regalar) y El Viajero del Siglo de Andrés Neuman, con el que tuve la ocasión de charlar un rato, darle las gracias por "presentarme" a Roberto Bolaño, a través de una referencia de la contraportada de su libro, comentar algo de esta humilde bitácora y Valle Inclán, y pedirle un pequeño consejo sobre una de mis últimas "obsesiones", a saber: los comienzos de las cosas...muy instructivo, le dan a uno hasta ganas de escribir, de escribir mucho...Gracias.
Y el año que viene más, a ser posible...que visitar Madrid, para comer con amigos e ir de libros siempre es buena y provechosa visita.
3 comentarios:
Una charla con Neuman...tienes que contármela. No he leído nada de él, es cierto por los recelos propios que los muy jóvenes me suscitan pero junto a Volpi y a la Oksanen, le tengo ganas.
Un abrazo.
Una charla con Neuman es un lujo, porque habla tan bien como escribe. Que ya es decir....
Gracias a los dos por su visita y comentarios,ya comentaré.
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