Han
clausurado la escalera que no lleva a ningún sitio. Era el segundo monumento más
visitado, detrás de la colegiata del pueblo. Bueno y del castillo y la muralla.
En realidad, pues, el tercero más visitado.
Esta
fue otra de las muchas ideas que tuvo el alcalde C. Ontalba para situar al
pueblo en el mapa. Porque, desde que se abandonó la explotación masiva de la
colza, el pueblo había ido dando bandazos y lo único que quedaba a los viejos
era saber cuándo se iban a morir y cuánto tiempo después de su muerte,
aguantaría el pueblo. Quizá lo que tardasen en caer las piedras de la muralla o
del castillo.
De
alguna de esas piedras de mampostería se hicieron los escalones. De acero una
cordada para evitar que alguien pudiera caerse a los lados. Y, al coronar el
último escalón, nada. Solo el paisaje infinito de la meseta. Se veía allá
abajo, el mapa con las fronteras entre fincas, el viejo palomar, el silo y más
lejos otro pueblo maldito.
Así
que, cuando llegabas arriba, podías quedarte mirando extasiantes atardeceres o
tirarte, lo mismo daba. A muchos chicos del pueblo les gustaba quedarse horas
sentados comiendo pipas con los pies colgando. O dando pequeños besos a sus
novias.
Los
de fuera, tras visitar la colegiata y el castillo, subían por la escalera a ver
a qué misterioso lugar los llevaba, y eso que con el tiempo se puso una
plaquita con información “Escalera que no
lleva a ningún sitio” (año de construcción y autor-artista). Pero la gente
seguía subiendo quizá para confirmar la anomalía o no.
La
escalera se hizo famosa en la comarca y en la región. En algún momento incluso
había cierta cola para visitarla. Aunque lo que ha determinado su clausura ha
sido, sin duda, el que adolescentes y no tan adolescentes adoptaran la
costumbre de venir a suicidarse a la escalera. Ese supremo acto romántico
quedaba mucho mejor en un atardecer del mes de septiembre desde la escalera. Aún fue peor con la crisis. Así que por decreto y por la noche, se tapió y así
seguirá hasta nueva orden o hasta que se hunda, como el castillo o la muralla.