03 noviembre 2005

Por ser el primero en algo....hoy soy Navidad

Me he levantado ensoñiscado, viendo los viejos árboles de la avenida desnudos de ramas y hojas, fuera hace frío, casi cae agua nieve. Se apresura la gente con las solapas de los abrigos subidas. Se han encendido las luces que adornan el consumismo. Ha ya tiempo que sacaron las castañeras su dulce y tostado manjar asado. Ya se ilusionan los niños y sonríen los cristianos por el nacimiento de su Dios (es bonita la metáfora).
Hoy soy Navidad, aunque quede más de un mes. La celebro y la comparto antes que el Corte Inglés nos diga que ha llegado, antes de que salga el calvo anunciando la lotería y que en los sitios hayan puesto en los escaparates los adornos y dulces de la temporada, en fin, antes de que desaparezca la religiosidad del pensamiento de los humanos y únicamente pensemos en pavos, uvas y engordar con las pantagruélicas pitanzas que tenemos. Empiezo a ponerme nervioso como un niño en la noche de Reyes (por cierto lo de Santa Claus es invento americano y ahora en España de padres separados), porque yo es para lo único que soy monárquico casi, adalid de Los Reyes Magos (una historia preciosa simplemente para regalar y querer a alguien).
Hoy me apetece acercarme a tu chimenea y acurrucarme viendo el fuego al son de dulces melodías de amor y soñar.
Vale.

2 comentarios:

comolar dijo...

el primero desde luego... ojalá fueras el último y esto fuera lo único que oyera de hablar de Navidad en unos... ¿doce? meses.
muy bonito.

Tana dijo...

Me ha gustado. Ahora que ya siento en mí el otoño, voy anticipando la celebración de las fiestas -que para nosotros son muy íntimas-. Los preparativos y ensoñaciones previos, tienen tanto valor como las mismas fiestas. Pienso en la felicitación que quiero crear para enviar a los amigos que tienen Internet; pienso en todo lo bueno que quisiera volcar en las tarjetas que escribiré. Comienzo a comprar pequeños detalles para los que más quiero. Necesito calma. No se trata de cumplir, no quiero comprar a tontas y a locas, con prisas, cualquier cosa. Y, bueno, a mí me encanta Santa Klaus. Desde niña. Desde Bielefeld, allá en los años 70, cuando no había probado la Cocacola y no sabía que los americanos existieran ;)
Un bico, Max!!